Debate y Convergencia

‘Incompletos’: la angustia por la felicidad del sujeto hipermoderno

El profesor de Filosofía Contemporánea José Carlos Ruiz propone regresar al pensamiento crítico y elegante como antídoto para los síntomas de la hipermodernidad

Filosofía como fármaco para las angustias del presente. Pensamiento crítico y elegante contra el sentimentalismo tóxico que se emite a diario en la omnipantalla. Y lectura para enfrentar esa sensación de incompletud.

José Carlos Ruiz ahonda con Incompletos (Destino, 2023) en algunas de las ideas clave de su pensamiento que ya plasmó en El arte de pensar (2018) y Filosofía ante el desánimo (2021).

Claramente influenciado por el filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, del que toma el concepto de «hipermodernidad», Ruiz bucea en esta época actual que, fruto de la «globalización instantánea», ha venido acompañada «de la omnipantalla y la interconectividad de millones de cerebros».

El profesor cordobés no rechaza de los avances de la modernidad y la tecnología, pero si alerta de su mal uso y sus consecuencias. Así, el individuo hipermoderno, opina, ha acabado por convertirse en alguien «hipersensible», con una «disposición de su identidad extremadamente frágil». La tendencia a «saltar de una experiencia a otra sin solución de continuidad» (y a publicitarlas en las plataformas sociales, porque parece que de nada sirven si no son expuestas) llevan a este tipo de sujeto a ser víctima de «una hiperacción» que genera «una falta de tiempo» que le impide «extraer algún tipo de conocimiento que incorporar a su vida».

Saber elegir

A esa «hiperacción» que nos hace saltar de una experiencia a otra sin detenernos ni siquiera a pensar si es lo que nos conviene y además nos acaba por provocar cansacio, ya se refirió otro de los referentes filosóficos que parecen influir en Ruiz, el coreano Byung-Chul Han.

Pero el autor de Incompletos, en su lucida aproximación a los desafíos del presente, propone por su parte abrazar la elegancia, en su acepción eligêre, para «saber elegir».

Ya que la rueda gira sin parar gracias a que se nos ofrecen más y más estímulos, con la dopamina disparada gracias al engañoso like de las redes sociales, su libro nos ofrece la opción de elegir lo que más nos conviene para no entrar en ese juego que supone el bombardeo vertiginoso de imágenes, inputs y otras distracciones de internet, donde además nunca falta la dañina «exposición del ego».

En resumen, se trata de poner en valor los recursos interiores de los que goza todo individuo para no depender de la aparente felicidad que nos ofrece lo externo. Pensamiento elegante, contemplación o deleite para enfrentarse a un sistema que al y al cabo se nutre de esos sujetos hipermodernos para poder seguir funcionando.

Roberto Marbán
Roberto Marbán

Fuente: El Debate.

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