El Presidente se encamina a reorganizar su Gabinete

Tras varias semanas de cruces verbales que pusieron en tensión y llevaron a su peor crisis interna a la alianza oficialista del Frente de Todos, el Presidente Alberto Fernández, con la intención de ordenar y relanzar  la gestión de Gobierno, se encaminará en los próximos días a realizar cambios en el Gabinete nacional con la mirada puesta en las elecciones de 2023.

Si bien inicialmente se mencionaron los nombres de algunos ministros y extraoficialmente se aseguraba que el mandatario tendría en la mira a funcionarios de segundas y terceras líneas vinculados al kirchnerismo y La Cámpora que no se encontraban conformes con las medidas económicas del Ejecutivo nacional, lo cierto es que aún no están definidas las modificaciones, las que por estas horas se están analizando.

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Sin embargo, fuentes de Casa Rosada desmintieron en los últimos días que los futuros cambios tengan que ver con una cuestión de realineamiento de la tropa, sino más bien, que estos estarían dirigidos a “ordenar y acelerar la gestión”.

Paradógicamente, y en sintonía con las críticas que viene expresando desde hace más de un año la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quién el presidente tiene los puentes rotos, este evaluaría como necesario “dinamizar la gestión”, lo que incluye llevar a cabo modificaciones en aquellas áreas donde no se observan avances significativos.

El jefe de Estado aprovechó el receso de Semana Santa para analizar la forma más conveniente de oxigenar su Gobierno, mientras permanece en la Quinta de Olivos junto a la primera dama, Fabiola Yáñez, y su hijo recién nacido, Francisco.

Fuentes cercanas al mandatario deslizaron que hay dos ministros que por ahora serían intocables, ellos son Martín Guzmán y Eduardo “Wado” de Pedro, sobre los que no sobrevuela la posibilidad de ser eyectados de sus cargos: “Ambos están firmes en sus puestos”, afirman los voceros, quienes advierten que “Alberto está muy conforme con la gestión” de dichos funcionarios, por lo que no “hay chances de que les pida que se vayan”.

Otro de los que también tendría asegurado su puesto es el jefe de Gabinete, Juan Manzur, sobre quién las mismas fuentes advirtieron que el Presidente estaría muy conforme con su desempeño

Lo que aún queda por develar, es si Alberto Fernández, quién días atrás y en el marco del nacimiento de su segundo hijo, aseguró que “en algún momento” hablará con Cristina, decide levantar el teléfono y consensuar con ella las nuevas modificaciones y el nuevo rumbo que le imprimirá a su gestión frente a un escenario socioeconómico complejo.

Está claro que los cortocircuitos entre el albertismo y el kirchnernismo duro y La Cámpora deben quedar atrás si es que la alianza oficialista está dispuesta a contar con alguna chances reales de mantenerse en el poder después de 2023.

Para ello, el Presidente deberá sosegar a algunos de sus funcionarios más reacios a mantener la relación de conveniencia con aquellos integrantes del Gobierno que responden al riñón de Cristina, los que luego de las chicanas esbozadas por la titular del Senado en el marco de la inauguración de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat), entienden que llegó la hora de desmarcarse.

En su discurso ante los parlamentarios, Cristina dijo: “Que te pongan una banda y te den el bastón no significa que te den el poder”, tras lo cual subió la apuesta al asegurar que “las desigualdades no nacen por un orden natural” sino que “son producto de decisiones políticas o de falta de ellas”.

Fuente: BAE, Argentina

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