En una reunión de más de dos horas, el Gabinete de ministros de Alberto Fernández intentó realizar una foto de unidad de su gestión, en medio de la fractura expuesta en el Frente de Todos y con el sector más ligado a Cristina Kirchner exigiendo directamente el cambio de funcionarios. Con una inflación anualizada que supera los 50 puntos, los acusados por el cristinismo puntualmente son aquellos responsables de la marcha económica: Martín Guzmán (Economía), Matías Kulfas (Producción) y Claudio Moroni (Trabajo).
El Presidente decidió reafirmarlos en sus cargos y el encargado de comunicarlo fue el jefe de Gabinete, Juan Manzur. “Los funcionarios en el Poder Ejecutivo los define el Presidente”, señaló esta mañana el el ex gobernador tucumano, durante la conferencia de prensa posterior al encuentro, en la que trató de bajar el tono de la discusión interna y selló un respaldo para los funcionarios señalados por La Cámpora: “No odiamos a nadie”, aseguró.
Manzur habló ante los medios acompañado del jefe del ministro de Defensa, Jorge Taiana; su par de Salud, Carla Vizotti, y la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, quien admitió las diferencias en el seno del oficialismo, pero las vinculó a discrepancias sobre “la velocidad de los cambios, no sobre el modelo económico”.
La primera reunión de Gabinete en seis meses convocó a la gran mayoría de la veintena de ministros que integran el Gobierno, aunque hubo ausencias por viaje –Matías Lamnens (Turismo) y Jorge Ferraresi (de Vivienda)– o problemas de salud –Tristán Bauer (Cultura) y Alexis Guerrera (Transporte)–. La participación más sugestiva fue la de Wado de Pedro, jefe de la cartera de Interior y miembro de la organización liderada por Máximo Kirchner y hombre cercano a la vicepresidenta, que arribó a la Casa Rosada una hora más tarde por una situación familiar.
La preocupación por la inflación fue tema de debate entre los funcionarios, punto sobre el cual Guzmán le compartió a sus pares cierto optimismo de que el índice de precios debería comenzar a desacelerarse, luego del pico de 6,7% en marzo pasado. Entre los ministros se ponderaron las medidas recientes como el fideicomiso de trigo –que busca reducir el precio del pan– y el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, remarcó que también se espera una baja en el valor de las carnes en el mostrador.
También se conversó sobre el reciente proyecto oficial de reconocer los trabajos de cuidado y ampliar las licencias de maternidad y paternidad –enviado al Congreso para su tratamiento–, y Manzur repartió entre las carteras las preguntas solicitadas desde el Senado para su próximo informe como jefe de Gabinete, que se concretaría a fines de mayo. Como muestra de unidad y de gestión, se consensuó que las reuniones se repitan cada 15 días.
“La reunión fue muy amena. Cada una de las ministras y los ministros son expertos en sus temáticas. Y todo lo que hablamos fue positivo, de tener proyectos, propuestas y una mirada optimista hacia un futuro mejor. Tenemos claro el norte y a donde uno tiene que ir”, resumió Manzur sobre el encuentro, cargado de tensión por la crisis del FdT. “Dentro de nuestro espacio hay visiones distintas que las respetamos, pero nosotros vamos a seguir la dinámica de impulsar la gestión a diario”, concluyó.
Habitué de llegar a la Rosada apenas después de las 7, Manzur convocó al cónclave con los ministros a las 7.30. Salvo De Pedro, el resto de los presentes llegó cerca de la hora pautada. A Taiana, Vizzoti, Guzmán, Kulfas, Moroni, Domínguez –mencionados anteriormente–, en el Salón Eva Perón se encontraron los titulares de las carteras de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero; de Educación, Jaime Percyck; de Medio Ambiente, Juan Cabandié; de Mujeres, Género y Diversidad; Elizabeth Gómez Alcorta; de Desarrollo Social, Juan Zabaleta; de Seguridad, Aníbal Fernández; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Justicia, Martín Soria, y de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus.
Y también participaron los secretarios de la Presidencia, Julio Vitobello; de Medios, Juan Ross; la secretaría de Legal y Técnica de Presidencia, Vilma Ibarra; el asesor presidencial Juan Manuel Olmos, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz.
La situación de la interna se respiraba en el aire, si incluso Aníbal Fernández le respondió directamente a las críticas de ayer de Larroque antes de llegar a Balcarce 50: “Al Presidente no lo van a apretar con una declaración estúpida, no le van a cambiar la forma de pensar con un gesto de estas características”
La reunión se extendió
a las 11, momento en que Manzur enfrentó a las preguntas de la prensa. Sostenida la plana de funcionarios, insistió en que cualquier cambio de funcionario los define el Presidente: “Él es quien decide cuando hay un funcionario que ha cumplido una etapa y hay que darle otra impronta. Es lógico”. Aseguró que las “diferencias” en el seno de la coalición oficialista “tienen que ver con la dinámica propia de un espacio político”, por lo cual remarcó que “tampoco hay que darles mucha trascendencia”.
En ese marco fue que resaltó la postura más amistosa que pretende tener la Casa Rosada con respecto a las críticas del cristinismo. “No odiamos a nadie, ni mucho menos”, dijo. Ayer, el Presidente ya había manifestado: “Yo no soy dueño del Gobierno, el dueño es el pueblo”.
Fue Taiana el encargado de remarcar que Guzmán se mostró activo sobre la situación de la inflación. “Sí está la expectativa de que la inflación descienda y de eso habló el ministro de Economía”, señaló el jefe de Defensa. “La cifra del mes anterior fue la más alta y ahora comienza un descenso y esperamos se continúe en el tiempo”, agregó.
Y en un tema del que no es experto –de hecho admitió que estuvo los últimos días en el mar acompañando a la Fragata Libertad– intentó explicar los lineamientos de la política económica del Gobierno: “El equilibrio de la marcha de la economía y la inflación es complejo. Hay que bajar la inflación sin detener el proceso productivo”.
MC/MG