Noche de viernes para escuchar a Alberto Fernández, el Presidente de la Nación, quien había prometido su discurso de inicio de la guerra contra la inflación. Todo indica que será otra derrota para todos los argentinos: lo que anunció el Jefe de Estado no detendrá la espiral ascendente de los precios, en especial porque ha corroborado que él no entiende de qué trata la huida de la moneda nacional, que se llama inflación. Para Fernández, es un proceso especulativo que puede controlarse con la Ley de Abastecimiento, estupidez importante que parece entusiasmar al titular del Consejo Nacional del Partido Justicialista y autoprecandidato a la reelección 2023.
En la noche del viernes ocurrió lo peor que podía suceder: luego de una reunión del equipo económico del Presidente que se extendió más de lo prometido, porque los anuncios fueron prometidos para las 19:00, luego las 19:30 y más tarde las 20:30… no hubo anuncios sino que las medidas serán difundidas en cuentagotas durante los próximos días. Julián Domínguez, ministro de Agricultura y Ganadería, citó para el sábado a las 11:00 en su despacho, por ejemplo.
El guitarreo de Alberto Fernández no sólo es una falta de respeto a la sociedad en su conjunto sino también una peligrosa subestimación de la inflación como fenómeno macroeconómico y de destrucción socioeconómica. El Presidente, quien no registra en su experiencia cotidiana el impacto de la variación de precios, se refirió en forma frívola a “la mesa de los argentinos” cuando él no tiene la más remota idea de cuál es el precio de los artículos que integran la canasta familiar. Ni siquiera de esos sandwiches de miga que se hace preparar en el barrio de Flores, y que algunos consideran el motivo de su barriga.
Pero lo peor es que Fernández no tiene plan. Otra vez insistió en un conjunto de medidas, algunas decididas, otras por imaginar. En todo caso él manifestó una decisión política pero quedó en evidencia que otra vez al Presidente y a su equipo económico le faltan planes, y comienza a sospecharse que carecen de la idoneidad necesaria para abordar semejante desafío.
Para que Fernández entiende cómo se presenta un plan económico lo primero que él debería entender en que los agentes económicos quieren escuchar al ministro de Economía, y que detalles cuál es su meta y algunas herramientas para conseguir el objetivo.
Un desastre
Es necesario recordar que fue el Presidente de la Nación quien, adrede, intentó provocar una gran expectativa con su anuncio, en ese momento con el objetivo de diluir el impacto en la población de la inflación desbordada del mes de febrero.
Por lo tanto, este falso anuncio del viernes 18/03 fue solamente la necesidad de cumplir con aquello a lo que él se había comprometido. Hay que informarle a Fernández que la inflación de marzo será igual o mayor que la de febrero, ¿cuál será, entonces, su anuncio en el futuro, en especial porque se le recordará que está perdiendo la guerra?
Queda expuesta entonces la pregunta de muchos: ¿Para esto Fernández quiere un 2do. mandato consecutivo?
Luego del discurso de Fernández, el temor se apodera de quienes entienden la economía y alguna inquietud entre quienes la intuyen en las góndolas: la inflación ha avanzado hasta convertirse en un problema crónico, consecuencia de dificultades estructurales en la organización social, y Fernández les habla de la guerra en Europa.
Por supuesto que hay un impacto en la investidura presidencial, que gana desconfianza. También ratifica la convicción de muchos de que más allá de lo comprometido ante el Fondo Monetario Internacional, no hay hoja de ruta. Y la certeza de que la inflación 2022 será más elevada que la de 2021 dado que no hay garantías de que la masa monetaria total reducirá fuertemente.
El desconocimiento del gobierno queda en evidencia en los tuits de la vocera del Presidente, Gabriela Cerruti, coautora del discurso de Fernández: ¿Cuál es el plan de acción? ¿A qué le llamará ‘plan‘ la tal Cerruti?
Habrá confrontación social porque es la consecuencia directa de la inflación, que provoca una guerra por la riqueza. Y sucederá en un escenario de licuación de autoridad progresiva ya que es un Presidente debilitado, en parte por él mismo.
Fernández dijo: “Nuestra batalla hoy es contra los especuladores. Contra los codiciosos. Contra quienes buscan aún en situaciones tan complejas sacar una renta extraordinaria”.
- ¿Por qué no debería seguir subiendo el riesgo país?
- ¿Por qué no debería volver a subir el dólar no oficial?
Fernández prometió un “fondo de estabilización para evitar el traslado de esta suba del precio internacional al precio que pagan los argentinos y argentina”, cuando la Argentina no tiene recursos suficientes para esto, lo que anticipa alguna forma de tributación para obtener el dinero, pero que además carece de propósito porque la inflación local le antecede a la que provoca el conflicto bélico en Ucrania.
Es más: si hubiera un alto el fuego en Ucrania y se normalizara progresivamente la situación bilateral, paso previo a la multilateral, de todos modos la inflación argentina se dirige hacia los 3 dígitos anuales.
Cabe lamentar otra oportunidad perdida de liderar a la sociedad hacia una tarea necesaria, postergada y reclamada.
Fuente: Urgente24, Argentina