Alrededor de 600 científicos y divulgadores rusos, entre ellos el físico Konstantín Novosiólov, ganador del Premio Nobel, y muchos miembros de la Academia Rusa de Ciencias, han escrito una carta abierta para mostrar su rechazo a la invasión de Ucrania. El texto, publicado en TrV-Nauka, un sitio independiente de noticias científicas, dice que la guerra «es injusta y francamente insensata».
«No hay justificación racional», escriben los científicos. «Los intentos de utilizar la situación en Donbass como pretexto para lanzar una operación militar no inspiran ninguna confianza. Está claro que Ucrania no representa una amenaza para la seguridad de nuestro país», reconocen, al tiempo que lamentan las enormes pérdidas humanas y cómo el conflicto puede hacer tambalear los cimientos del sistema establecido de seguridad internacional.
«La responsabilidad de desencadenar una nueva guerra en Europa recae enteramente en Rusia», afirman.
La carta es iniciativa de Mikhail Gelfand, especialista en bioinformática del Instituto Skolkovo de Ciencia y Tecnología cerca de Moscú, junto a otros investigadores. En ella, los científicos muestran su cercanía a Ucrania, donde muchos tienen familiares, amigos y colegas científicos. «Nuestros padres, abuelos y bisabuelos lucharon juntos contra el nazismo. Desatar una guerra en aras de las ambiciones geopolíticas de los líderes de la Federación Rusa, impulsada por dudosas fantasías historiosóficas, es una cínica traición a su memoria», aseguran.
«Un paso a ninguna parte»
Los firmantes están «convencidos» de que todos los problemas en las relaciones entre ambos países pueden resolverse pacíficamente. Además, tras desatar una guerra, «Rusia se ha condenado al aislamiento internacional, a la posición de país paria». Esto significa que los científicos «ya no podremos hacer nuestro trabajo con normalidad: después de todo, realizar investigaciones científicas es impensable sin la plena cooperación con colegas de otros países. El aislamiento de Rusia del mundo significa una mayor degradación cultural y tecnológica de nuestro país en ausencia total de perspectivas positivas. La guerra con Ucrania es un paso a ninguna parte».
«Es amargo para nosotros darnos cuenta de que nuestro país, que hizo una contribución decisiva a la victoria sobre el nazismo, se ha convertido ahora en el instigador de una nueva guerra en el continente europeo», señalan. Por eso, exigen «el cese inmediato de todas las operaciones militares dirigidas contra Ucrania».