La meca de migrantes en busca del clima soleado y buenos negocios, el estado de Florida,
Estados Unidos de Norteamérica, ha incorporado en su nueva legislación varias leyes que
parecieran impulsadas por los detractores de la misandria ( del griego – miso- “ que odia “,
-andrós- “ varón “ ) como forma de enarbolar las banderas republicanas en su propio bastión.
La Ley de Derechos Parentales en la Educación es una nueva norma que prohíbe hablar
sobre la identidad de género o la orientación sexual en las escuelas primarias del estado de
Florida.
La llamada ley “ No digas gay ” ( Don’t Say Gay ), HB 1557, prohíbe que se converse e
instruya sobre orientación sexual e identidad de género desde el jardín de infantes hasta
tercer grado.
En ella se obliga al personal de la escuela a informar a los padres sobre las decisiones que
pudieran afectar el bienestar mental, emocional o físico del estudiante abierto sobre su
identidad de género.
Cuestionamiento aparte, fueron los nuevos protocolos para los padres o estudiantes que
por privacidad o religión tuvieran inquietudes sobre con quienes dormirian sus hijos en las
actividades escolares de pernocte y la nueva prohibicion que impide a los estudiantes
nacidos con el sexo biológico masculino y percibidos mujer o intersex participar en las
competencias deportivas designadas para mujeres o niñas.
Joana Harper, atleta transgénero e investigadora asesora del Comité Olímpico Internacional
ante el dilema que enfrenta el deporte femenino con las deportistas que han cambiado de
sexo, propone dividir por niveles de tetosterona altos o bajos en lugar de las tradicionales
categorias binarias de hombres y mujeres.
La pulseada entre activistas, religiosos, tradicionalistas y agremiados es continua aunque
parecieran insignificantes frente a las diarias de Argentina.
La Asociación de Maestros recibio sugerencia respecto de la vestimenta de los docentes
con el arcoíris, que se retiraran las fotos de sus cónyuges del mismo sexo de los escritorios
y las calcomanías de espacio seguro LGBTQ de las puertas de las aulas.
Volviendo a las fuentes, de manera obligatoria cada día en las escuelas públicas regirán dos
minutos de silencio para que cada alumno o maestro pueda reflexionar acerca de
situaciones personales.
Con las celebraciones de la casi totalidad de la comunidad latina y americana de Florida,
Ron de Santis, su gobernador y firme candidato a presidente por el Partido Republicano,
avaló otra ley aplaudida por mayoría absoluta con el objetivo de frenar la escalada de abuso
y adoctrinamiento en las escuelas y corporaciones sobre las cuestiones raciales y sexistas.
Con ella se rechaza la teoría crítica de la raza ( critical race theory o CRT – el racismo como
fenómeno estructural – ) enseñada en las escuelas y desarrollada en las capacitaciones
empresariales con programas de entrenamientos en Diversidad, Equidad e Inclusión. Hoy
es tildada de ideología perniciosa, e innecesaria su práctica en tanto todas las personas
somos iguales ante la ley y nuestros derechos son inalienables.
Haciendo honor a los padres fundadores de Estados Unidos, la ley Individual Freedom
remarca que la meritocracia o la ética del trabajo duro no son racistas, sino fundamentales
para el derecho a buscar el éxito.
La nueva normativa amplía la instrucción de la historia afroamericana desarrollando la
empatía y la comprensión de los jóvenes en las consecuencias del racismo y el prejuicio,
formando ciudadanos respetuosos y responsables. En sus palabras requieren que “ las
escuelas enseñen información fáctica sobre temas importantes de la historia en lugar del
adoctrinamiento subjetivo que impulsa a la culpa colectiva ”.
No se cuestiona la discusión sobre temas como sexismo, esclavitud, opresión, segregación
y discriminación racial sino que la misma se realice de manera apropiada a la edad de cada
uno y de forma que no se adoctrine o persuada a los estudiantes a adoptar un cierto punto
de vista inconsistente con los principios de la libertad individual.
La ley tipifica como ilegal y discriminatorio impartir cualquier tesis que sostenga que los
miembros de una raza, color, origen nacional o sexo son superiores a los miembros de otra
raza, color, origen nacional o sexo asi como si alguien por su raza o sexo es inherentemente
racista, sexista u opresor o imparte una doctrina que afirme que el carácter moral de una
persona o su estatus de “privilegiado” u “oprimido” es determinado por la raza, el color, el
origen nacional o el sexo.
Estas nuevas medidas plantean que ninguna persona debe ser discriminada o recibir un
trato adverso para lograr la diversidad, la equidad o la inclusión marcando una clara
oposicion a la denominada discriminación positiva.
Como corolario, invito a preguntarnos en tanto somos miembros de una sociedad en
continua dinamica, con una historia que nos atraviesa y co constructores de ella, algunas
con luchas valientes atinadas y otras, no tanto, una actividad que promueva u obligue
a creer en conceptos discriminatorios constituye en si mismo un acto ilegal de
discriminación ?
Dra. Lorena Ottaviano.
Directora de la organización civil Abogadas por Justicia.
Coordinadora de la Comisión de Justicia del Colegio Público de Abogados de la Capital
Federal.