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Uso masivo de agua en Vaca Muerta: alerta por su impacto ambiental

Uno de los aspectos menos explorados en Vaca Muerta, uno de los mayores yacimientos de gas y petróleo no convencionales del mundo, es el volumen considerable de agua dulce utilizado para el fracking. Un estudio realizado por científicos en colaboración entre la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Comahue (FaCA-UNCo) y el Instituto Ambiental de Estocolmo (SEI) revela que al menos 100 millones de litros de agua se utilizan mensualmente en el yacimiento. Esta agua, después de su uso en el fracking, se contamina con químicos peligrosos para la salud y el ambiente, y es sepultada en nueve pozos sumideros, advierten los expertos. Este escenario genera preocupación sobre posibles riesgos para la población y el medio ambiente en las cuencas hidrológicas de Vaca Muerta debido a la producción de hidrocarburos.

Los datos oficiales procesados por el Ejecutivo, basados en información proporcionada por la industria, muestran que el consumo de agua en Vaca Muerta ha crecido exponencialmente. En octubre de 2020, se consumían alrededor de 5 millones de litros por mes con poco más de 2,000 pozos fracturados de gas y petróleo. En octubre de 2023, la cantidad de pozos aumentó a casi 3,000, y el consumo de agua dulce se incrementó en un 2,000%, llegando a los 100 millones de litros mensuales.

El profesor Agustín González, experto en Climatología Agrícola, advierte sobre el potencial contaminante del agua utilizada para el fracking. González señala que este agua, tratada con químicos durante la fracturación de la roca, se inyecta en pozos sumideros una vez que está altamente contaminada. “Es una carga química impresionante para el medio ambiente. Esa agua, que alguna vez fue de excelente calidad, se utiliza repetidamente y termina tan contaminada que se almacena en estos sumideros”, explicó.

Laura Forni, Directora del programa de recursos hídricos del centro del SEI en los Estados Unidos, confirma la presencia de químicos peligrosos. “Sabemos que se usan químicos muy fuertes, malignos para la salud y el ambiente”, advierte Forni, aunque también menciona la dificultad para acceder a datos específicos sobre el tratamiento del agua utilizada.

El aumento del uso del agua en Vaca Muerta plantea una preocupación adicional dada la tendencia a la sequía en las cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Negro, que forman parte de la cuenca más grande del Río Negro. Los científicos destacan la necesidad de políticas más claras y una planificación adecuada para abordar el uso y la gestión del agua en el yacimiento.

La Secretaría de Energía y la Subsecretaría de Recursos Hídricos de Neuquén han sido contactadas para conocer las políticas sobre el uso del agua en Vaca Muerta, pero aún no han brindado respuestas. ElDiarioAR consultó a estas autoridades pero no obtuvo comentarios sobre la situación. Mientras tanto, el equipo de científicos continúa monitoreando la expansión del yacimiento y el impacto de su actividad en el entorno.

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