Debate y Convergencia

Cambios en las firmas administrativas de la Cámara de Diputados de Buenos Aires, por los hechos de corrupcion

Minutos antes de asumir como presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Dichiara propuso y logró la aprobación de una moción desde su banca que modificó el artículo 29 del reglamento de la Cámara. Esta modificación, respaldada por la aprobación, amplía la cantidad de rúbricas necesarias en las decisiones administrativas del cuerpo, pasando de tres a cinco.

El impulso de esta modificación tuvo como trasfondo una revisión de las firmas en contratos, especialmente tras el caso de las tarjetas de débito de empleados ñoquis vinculados al puntero peronista Julio “Chocolate” Rigau. Con este cambio, las responsabilidades en las contrataciones de empleados se extienden a todas las autoridades.

Históricamente, la firma de los actos administrativos en la Cámara de Diputados bonaerense requería solo una autorización, la del presidente del cuerpo. No obstante, en 1999, durante el gobierno del peronista Carlos Ruckauf, se implementó la “doble firma”. Este sistema, presentado como una medida para controlar mejor los recursos del Estado, en la práctica incrementó el “costo” de cada decisión legislativa.

En 2019, bajo la gestión de Axel Kicillof, se pasó de la “doble firma” a la “triple firma”, extendiendo la responsabilidad a tres autoridades. Esta modificación otorgó mayor control en la administración de fondos. Ahora, con la propuesta de Dichiara, se amplía a una “quíntuple firma”, donde el presidente y los cuatro vicepresidentes deberán avalar las decisiones administrativas.

La nueva redacción del artículo 29 establece que los vicepresidentes deben visar los actos administrativos del presidente. Anteriormente, el reglamento exigía que solo el vicepresidente y el vicepresidente primero visaran dichas decisiones. Este cambio en la jerarquía de autoridades implica que Dichiara, Guerrera, Urreli, Moreno y Lordén serán los responsables de firmar los contratos.

Este cambio en el reglamento, además de articular la negociación de autoridades, habría permitido mantener la firma de Carlos “Cuto” Moreno, a la vez que amplía el control administrativo a más personas en un momento donde la Cámara está bajo escrutinio por la gestión de contratos. Moreno, quien bajó de la vicepresidencia primera a la segunda, retiene su firma en los actos administrativos, lo que conserva su influencia en la toma de decisiones.

El proceso de juramentación de Moreno se pospuso, lo que, según fuentes que presenciaron las negociaciones, podría estar relacionado con descontento resultante de las negociaciones.

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