La participación estimada para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de este domingo se sitúa en torno al 70% del padrón electoral, un descenso de cinco puntos porcentuales respecto a las PASO de 2019. Algunos analistas incluso sugieren una concurrencia aún menor, alrededor del 65%. Este ausentismo electoral podría tener repercusiones significativas, particularmente en la oposición, cuyo electorado, en su mayoría jóvenes, parece mostrar una mayor apatía hacia la política. No obstante, también se señala que los sectores socioeconómicos más bajos podrían ser los menos propensos a votar, lo que afectaría directamente al voto de Unión por la Patria.
El impacto del reciente crimen de Morena Domínguez, una niña de 11 años en Lanús, y otros episodios violentos en el panorama político agrega un nivel de incertidumbre en cuanto a cómo afectará la participación electoral.
En las últimas PASO presidenciales de 2019, la participación fue del 76%. Comparativamente, las PASO legislativas de 2021 registraron un 66% de concurrencia. Para las elecciones de 2023, algunos expertos anticipan una participación aún menor. Lucas Romero, director de Synopsis, prevé un descenso del 5% en la participación con respecto a las últimas elecciones presidenciales, lo que situaría la concurrencia alrededor del 70-71%.
Si estas predicciones se cumplen, el 2023 marcará el porcentaje de participación más bajo en unas PASO presidenciales desde su introducción en 2009. A pesar de la atractiva contienda dentro de Juntos por el Cambio (Bullrich-Larreta), las PASO legislativas tienden a tener una menor participación, como se evidenció en el 2021 con un 66% de concurrencia.
Dentro de las consideraciones para las proyecciones de participación, se incluyen los resultados de las elecciones provinciales a lo largo de 2023. Las tasas de participación varían en todo el país, con Tucumán liderando en torno al 85% y Córdoba y Río Negro en torno al 68%. El resto de las provincias oscilan entre el 70% y el 76%.
Gerardo Schleris, investigador del CONICET y Director del Observatorio Electoral del Ministerio del Interior en 2018-2019, sugiere que la tendencia en Argentina es hacia un descenso gradual y sostenido en la participación electoral. Sin embargo, Schleris también subraya que el aumento del “desencanto” con la política no necesariamente se traducirá en una disminución proporcional en la participación.
El segmento de votantes jóvenes de entre 18 y 25 años, en particular los adolescentes de 16 y 17 años cuyo voto no es obligatorio, tiende a mostrar apatía hacia la política y una menor propensión a acudir a las urnas. Este grupo representa el 3% del padrón electoral a nivel nacional. Un bajo nivel de participación entre los jóvenes podría impactar principalmente en los votos de Juntos y La Libertad Avanza. La influencia de los intendentes peronistas y los gobernadores de provincias comprometidas con Unión por la Patria podría aumentar si la participación joven no se materializa.
Juan Negri, doctor en Ciencia Política y director de la carrera de Ciencia Política en la Universidad Torcuato di Tella, anticipa que el crimen de Morena Domínguez podría afectar la participación electoral, aunque es difícil prever cómo. Por su parte, Lucas Romero considera que el crimen no generará cambios drásticos en la tendencia de participación.