Todo apunta a que las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos revivirán la contienda del 2020, con Joe Biden anunciando su intención de buscar la reelección y Donald Trump ya en campaña para regresar a la Casa Blanca. En este escenario, la cuestión fiscal se torna crucial, especialmente ante el aumento récord del déficit durante la administración Biden, impulsado por expansiones del gasto público en programas sociales y ayuda internacional.
La agenda demócrata propone abordar la brecha fiscal mediante un histórico aumento de impuestos en tiempos de paz, mientras que los republicanos, liderados por Trump, abogan por reducir el gasto público y bajar impuestos. Se perfilan dos enfoques opuestos para abordar los desafíos económicos del país.
Propuesta Impositiva de Joe Biden (D): Revertir parcialmente los recortes impositivos de 2017, afectando impuestos sobre ingresos individuales, utilidades empresariales, ganancias de capital, y combustibles. Destacan aumentos en el impuesto de sociedades, tasas sobre ingresos intangibles y ganancias de capital, incluyendo una tasa máxima del 40,8% para ganancias de capital a largo plazo.
Propuesta Impositiva de Donald Trump (R): Mantener y profundizar los recortes impositivos de la “Ley de Empleos y Reducción de Impuestos” de 2017. Enfocarse en la competitividad frente a China, proponiendo reducir el impuesto unificado para sociedades, mantener tasas reducidas para ingresos intangibles y la territorialidad del sistema tributario internacional.
Estas propuestas reflejan visiones divergentes sobre el papel del Estado y la sociedad en la economía, promoviendo debates cruciales en la próxima contienda electoral.
