Oche Califa, ex director de la Feria del Libro, le responde a Saccomanno: “El fuego artificial es lindo, pero dura poco en el cielo”

Oche Califa, quien fue Director Institucional y Cultural de la Fundación El Libro y Director de la Feria del Libro entre enero 2015 a mayo 2021, se tomó su tiempo y decidió contestar al discurso con el que Guillermo Saccomanno inauguró el masivo ciclo cultural de Buenos Aires y tanta repercusión causó. La frase final, por contundencia, incluso por poética, resume todo lo demás: “El fuego artificial es lindo, pero dura poco en el cielo”.

Saccomanno, autor de una veintena de libros, habló de la falta del papel y apuntó contra los dueños de las empresas que lo producen usando nombre y apellido. También reveló que era la primera vez que un escritor cobraba por inaugurar la Feria. Se refirió a la tensión que le genera la existencia de “un injuriante pabellón Martínez de Hoz, que homenajea al esclavista y saqueador de tierras indígenas, antepasado del tristemente célebre economista de la última dictadura”.

También apuntó contra los organizadores del evento: “Decir Feria implica decir comercio. Esta es una Feria de la industria, y no de la cultura aunque la misma se adjudique este rol”. En las redes hubo celebración y crítica. Califa publicó un texto titulado “En mi Facebook, cosas que se dicen” que a continuación reproducimos:

La duda sobre escribir o no acerca del tema demoró estas líneas, referidas al discurso inaugural de un escritor en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

No voy a explayarme sobre todo lo dicho, sino sobre dos puntos expresados o entendidos como sigue:

-Se dijo que la Feria no es un acontecimiento cultural sino de la industria y por lo tanto comercial. Alejandro Dujovne aclaró muy bien, en una nota que recomiendo leer (publicada en DiarioAr), que es las dos cosas. Resulta obvio que estoy de acuerdo. Si esto no fuese así, un festival de cine, por caso, tampoco sería un acontecimiento cultural porque en él se negocian derechos de distribución; tampoco la inauguración de la muestra de un gran pintor, porque luego los cuadros se venden. Es un argumento pueril. El dinero está en todos lados, visible o no. En lo personal toca un poco mi dignidad (no mucho porque la mantengo a salvo de estos barullos), ya que una de mis tareas principales mientras fui director, aunque no la única, era darle diversidad y jerarquía a un programa cultural propio de la Fundación El Libro y ayudar a que se concretaran valiosos programas o actividades de terceros. Creo que también ofende a quienes están a cargo de estos programas.

-Se dijo que una parte del dinero de la industria del libro y de la Feria va a parar a la cuenta bancaria de la titular del predio, que es la Sociedad Rural Argentina. Es tan cierto como que una parte de los dineros que se obtienen de libros y autores argentinos migran a cuentas de multinacionales en España (los del orador, por ejemplo), Alemania, EEUU. Es la realidad de un país con una economía concentrada y con empresas transnacionales que actúan en ella. Y hablar sobre ello da oportunidad –y esto sí no es pueril- para decir que esa concentración no debe imponerse hasta lo absoluto, porque implicará un achicamiento de la riqueza cultural y de las industrias que la expresan. Ojo: no se trata de que no existan empresas poderosas, sino que no las haya al extremo de que ocupen todo el espacio. Basta mirar donde eso ocurre, en América Latina, y constatar los resultados. La diversidad del libro argentino, con unas 400 editoriales activas, debe ser uno de los capitales mayores a garantizar, porque permite que existan más autores y más temas que se aborden.

Hubo más cosas, que en lo personal me importan menos, en un discurso que nadie exigió fiscalizar antes, tampoco se interrumpió durante su lectura, ni se lo quitó después del canal de la Fundación El Libro. Lo que demuestra el grado de libertad de expresión garantizado en la Feria (y no se crea que resulta así en todos lados).

El fuego artificial es lindo, pero dura poco en el cielo.

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