Tras el paro general convocado por la CGT este jueves, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reveló que recibieron más de 3500 denuncias por presiones a trabajadores para que se sumaran a la huelga. En su declaración, enfatizó la determinación del gobierno en “judicializar todo” y aseguró que las denuncias serán tratadas con seriedad para proteger a los denunciantes y llevar a los responsables ante la justicia.
La ministra destacó el uso del teléfono habilitado para recibir denuncias y subrayó que no se traicionará la confianza de quienes se animaron a reportar estas prácticas. Además, señaló que estas acciones buscan identificar a los responsables y aseguró que se tomarán medidas legales contra los “apretadores”.
En cuanto al paro en sí, Bullrich lo calificó como una muestra de debilidad del sindicalismo, afirmando que solo quienes no podían asistir al trabajo participaron en la medida. Sus críticas no se detuvieron ahí, ya que cuestionó la representatividad de los organizadores del paro y los acusó de recurrir al amedrentamiento y la intimidación para lograr sus objetivos.
Las cifras oficiales revelaron que la línea telefónica 134 habilitada para recibir denuncias relacionadas con el paro recibió un total de 3865 llamados por delitos vinculados a la medida de fuerza. De estos, al menos 218 casos cuentan con suficientes pruebas para ser elevados como denuncias penales, según confirmó el Ministerio de Seguridad.