Mauricio Macri avanzará hoy hacia la ruptura total del PRO con Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Javier Milei y excandidata presidencial de Juntos por el Cambio en 2023. Sin espacio para negociar un acuerdo, los dirigentes leales al expresidente designarán a Martín Yeza, un aliado de confianza del expresidente, como nuevo conductor de la Asamblea Nacional de PRO.
De esta manera, Macri, quien recuperó el dominio de su partido y controla los dispositivos internos de poder, desplazará a Bullrich de los puestos relevantes del PRO en medio del debate sobre la relación futura con La Libertad Avanza (LLA), el espacio liderado por Milei.
Esta movida simboliza la inminente contienda con los libertarios por el armado electoral de 2025. En PRO y LLA, nadie descarta que esta batalla se libre en la Capital, con posibles candidatos como Manuel Adorni, Karina Milei o Bullrich.
El cónclave de la convención partidaria se desarrollará hoy en el Hotel Abasto, en Balvanera. Asistirán los asambleístas de PRO de todo el país para elegir nuevas autoridades, en un clima de fuerte tensión en la cúpula del partido. Bullrich, que consideró asistir a la reunión, acusa a Macri de romper un acuerdo verbal sellado en marzo pasado para consensuar una lista de unidad y evitar una elección interna.
Fuentes cercanas a Macri indican que la mayoría de los asambleístas, estimados en más de 140 de unos 200 habilitados para votar, apoyarán a Yeza como nuevo titular de la convención, que juega un rol clave en años electorales al aprobar alianzas.
El macrismo sostiene que un 90% de PRO responde al expresidente y rechaza la idea de Bullrich de fusionarse con los libertarios. Según ellos, la ministra ha perdido apoyo entre los asambleístas del interior del país y los distritos más poblados al no conseguir lugares para la dirigencia de PRO en el Gobierno y priorizar a su círculo íntimo.
Hoy, los bullrichistas irán con todo a la cumbre partidaria, denunciando que Macri no cumplió su palabra y que utilizó prácticas de la “casta” política para controlar la Asamblea. Aseguran que Macri forzó una cumbre presencial y que sus aliados costeaban los pasajes y estadía de los asambleístas del interior para asegurar su presencia en Buenos Aires.
Entre los altos mandos de PRO hay preocupación por los costos políticos de reflotar una interna partidaria en medio de los temblores económicos y cambiarios que enfrenta Milei, así como por las repercusiones dentro de la estructura partidaria de la decisión de Macri de apartar a Bullrich, una de las dirigentes con altos niveles de aprobación según las encuestas. Temen que esto pueda fracturar la bancada nacional de PRO o afectar la Legislatura porteña, donde Jorge Macri enfrenta un escenario ajustado para aprobar leyes y Bullrich tiene representantes.