El ministro de Economía, Luis Caputo, se mostró firme ante un grupo selecto de empresarios que expresaron preocupación por el atraso del dólar y la carga impositiva en los precios de productos de consumo masivo. En un encuentro, Caputo aseguró que no habrá devaluación y destacó la importancia de estabilizar la economía antes de considerar reducir los impuestos.

Mientras el sector agropecuario e industrial demanda una mejora en el tipo de cambio y una disminución de los impuestos, Caputo insiste en mantener el dólar estable como medida para contener la inflación, especialmente en productos alimenticios y de primera necesidad. El objetivo del Gobierno es que la inflación de abril se mantenga por debajo del 10%, para lo cual considera fundamental la estabilidad cambiaria.

El ministro sugiere que un tipo de cambio en torno a los $900 pesos argentinos (siendo el tipo de cambio mayorista actual de $855) sería adecuado, haciendo referencia al valor que tendría el dólar bajo el régimen de convertibilidad de Domingo Cavallo. Esta postura apunta a consolidar un régimen bimonetario en el país.

A pesar de las medidas adoptadas por el Banco Central para mantener la estabilidad cambiaria y la reducción de la brecha entre el dólar oficial y el dólar contado con liquidación, persisten desafíos como la deuda con importadores y la necesidad de aumentar las reservas internacionales.

El contexto económico muestra una dualidad entre el sector financiero, que experimenta un incremento en bonos y acciones, y la economía real, donde la recesión se profundiza. El estimador de la actividad económica refleja una caída del 4,5% interanual, con proyecciones de una caída anual promedio del 4%, siendo aún más pronunciada si se excluye el sector agropecuario.

El futuro económico del país es incierto, con señales mixtas que dificultan prever una rápida recuperación. Mientras sectores como la agricultura y la industria minera muestran signos de crecimiento, la construcción y el consumo enfrentan desafíos significativos. En este escenario, la gestión de Caputo busca estabilizar la economía como paso previo a un crecimiento sostenido.