La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) está llevando adelante un ambicioso proyecto que busca unificar las oficinas de Inteligencia Militar y de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad en la emblemática sede central de la ex SIDE, ubicada frente a la Casa Rosada. A pesar de generar resistencias internas, esta iniciativa pretende eliminar barreras y mejorar la eficacia en la prevención de amenazas que puedan afectar al país.

Este proyecto, que ya fue intentado en los comienzos de los años 2000, ha vuelto a cobrar fuerza bajo la gestión actual de la AFI. Recientemente, se realizó una reunión en Casa de Gobierno para coordinar la integración de los tres subsistemas de inteligencia en la histórica sede de la calle 25 de Mayo. Participaron de esta reunión autoridades de la AFI, el Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Defensa, entre otros.

La propuesta de la AFI busca que las áreas de inteligencia del Ejecutivo trabajen en un mismo lugar, integrando equipos e información necesaria para la toma de decisiones en materia de seguridad. Se argumenta que esta integración eliminará barreras, mejorará la cooperación entre las diferentes áreas, y permitirá un intercambio de información más fluido y una mejor integración de equipos y recursos.

Sin embargo, este plan no está exento de resistencias. En el Ministerio de Seguridad, por ejemplo, hay dudas sobre la conveniencia de mudar la Inteligencia Criminal a la sede de 25 de Mayo, argumentando que las oficinas funcionan mejor de manera independiente. Por otro lado, en Defensa se muestra mayor disposición a respaldar la integración de las tres áreas en la sede central.

El debate interno se da en un contexto de intensos intercambios con autoridades de inteligencia de Estados Unidos e Israel. La reciente visita a la Casa Rosada y a la AFI de William J. Burns, titular de la CIA, evidencia la colaboración entre ambas agencias. Sin embargo, algunas voces críticas ven en estos movimientos un intento de reducir la capacidad de inteligencia del país, limitándose a la vigilancia interna y dependiendo más de la información proporcionada por agencias extranjeras.