Alejandro Werner, ex director para el Hemisferio Occidental del FMI hasta agosto del año pasado, cree que si Silvina Batakis intenta un cambio de metas agresivo en el programa que tiene con el organismo, el Fondo no lo aceptará y podría soltarle la mano al país. En diálogo exclusivo con LPO desde Washington donde ahora se desempeña como director del Instituto de las Américas de Georgetown, Werner dice que la implementación del programa actual fue muy mala, básicamente por culpa del gobierno de Alberto Fernández.
Cree que la inflación puede llegar a los tres dígitos y que difícilmente estén las condiciones para que este gobierno salga con un programa que tenga credibilidad y genere expectativas para que se pueda achicar la brecha cambiaria. Y si bien cree, a diferencia de lo que dijo recientemente la flamante ministra de Economía, que el dólar oficial está atrasado, advierte que sin cambiar otros fundamentos de la economía hay un riesgo a que una devaluación genere más problemas que soluciones.
El gobierno creyó que el programa con el Fondo iba a actuar de ancla y Argentina está en una nueva crisis…
Yo creía que con una buena implementación del programa económico de Fernández, que fue la base del acuerdo con el FMI, el mejor escenario era contener la situación. Pero la implementación del programa ha sido muy mala. Es cierto que ha habido choques externos, parte de esos tienen un efecto neto negativo en la economía argentina, pero por decisión de la política. Argentina debería estar beneficiándose del precio internacional del gas y de los granos. Pero con todos los controles que existen y los desequilibrios macro, el incentivo no está ahí, ni por el lado energético ni agropecuario.
¿Entonces la excusa de la restricción externa no sería tan así?
Parte de los problemas de implementación del programa son por choques externos, pero parte importante es por el desastre en la implementación del programa económico que muy posiblemente ni el presidente cree en él. Muy pocas veces salió a defender la política fiscal…Nunca lo hemos visto tomar total responsabilidad sobre ese programa económico, y dentro de su gobierno hay rechazo a ese programa. Eso ha hecho que el gobierno, a los tumbos, cumpla con algunas de las metas. No hay un compromiso de implementar el programa, y las expectativas de que siga siendo defectuosa e incierta es muy alta. Por eso las expectativas negativas.
¿De ahí la corrida contra los bonos en pesos y ahora el fogonazo inflacionario?
Toda la generación de expectativa negativas va a dar como resultado que nadie quiera tomar la deuda del gobierno, esto hará que todo sea sustituido por deuda del Banco Central, y que el paso siguiente sea que la gente crea que la deuda del Central no se va a respetar en cuyo caso quiera estar en otra moneda. El riesgo es que haya un aumento de la tasa de inflación muy importante. Que las tasas de inflación se aceleran de manera preocupante ya en el rango de los tres dígitos.
¿Entonces puede terminar este año con una inflación de tres dígitos?
Hacer un pronóstico para el cierre del año, no lo sé, no estoy en ese negocio. Creo que la probabilidad de que veamos una inflación en los 3 dígitos en la Argentina en los próximos 12 meses es muy alta. Hay además una combinación de mal manejo fiscal, monetario y financiero. Y hay que agregarle todo el retraso en precios relativos, y si se quiere poner orden en lo fiscal, deberá haber ajustes en estos precios que va a llevar a otra ronda importante de suba en la tasa de inflación.
Otro drama de la economía es la escasez de reservas y la brecha cambiaria que supera el 100%. ¿Se puede disparar más?
Esperar que la brecha se reduzca de manera sostenible en los próximos 6 meses es muy baja. Debería responder a políticas públicas que den certidumbre, que se está dando una corrección de los desequilibrios macro y que por lo tanto el nivel del dólar paralelo sea exagerado. Y teniendo en cuenta que el oficial está retrasado, acelerar su convergencia detrás de políticas públicas sensatas. Así, uno pueda inducir la respuesta del mercado hacia una cierre de la brecha.
Pero difícilmente están las condiciones para que este gobierno salga con un programa que tenga credibilidad y genere estas expectativas de cierre sostenible de la brecha. Que se puedan tener períodos cortos en donde el gobierno vía negociaciones con el sector agropecuario y privado, puede inducir a un incremento de la oferta de dólares transitoria y con acumulación de reservas, puede ser. Pero más bien por una oferta artificial más que un proceso que cambie lo que pueden estar viendo los individuos.
¿Sin ajuste fiscal más acelerado, la salida podría ser un salto del tipo de cambio oficial? Batakis dijo que se siente cómoda con este dólar…
Para los exportadores argentinos no es un tipo de cambio que estimule la inversión y los productos exportables sino la importación, lo cual muestra claramente que el tipo de cambio está atrasado. Mover el tipo de cambio sin cambiar otros fundamentos tiene un riesgo muy alto. Muy probablemente querer hacer una corrección que lleve a una reducción de la brecha y no que incremente el paralelo tiene que venir de la mano de medidas más equilibradas en la macro.
La probabilidad que veamos una inflación en los 3 dígitos en los próximos 12 meses es muy alta. Hay además una combinación de mal manejo fiscal, monetario y financiero. Y hay que agregarle todo el retraso en precios relativos, y si se quiere poner orden en lo fiscal, deberá haber ajustes en estos precios que va a llevar a otra ronda importante de suba en la tasa de inflación.
¿Hay margen para que la Argentina cambie las metas con el Fondo? ¿Georgieva estaría dispuesta?
Yo me imaginaría que dado que ya se negoció un acuerdo y que fue uno donde el Fondo dio muchas concesiones y avaló un programa económico que no corresponde a las necesidades económicas de Argentina, el Fondo va a negociar sobre la base de lo que ya está. Batakis puede ofrecer variantes sobre este programa pero que respeten los objetivos del Fondo.
Si quieren desviarse mucho creo que el Fondo de manera muy amable le dirá que no puede acompañar esta situación. Y una vez que eso suceda, no va a ser responsabilidad del Fondo lo que vaya a pasar en la Argentina. Estuvo dispuesto en estirar esto más de lo apropiado, hoy no puede hacer más gimnasia política con un programa mucho más débil de lo que se tiene.
Fuente: La Politica Online.