7:00 – 20/03/2022
La onda expansiva de la invasión a Ucrania por parte de Rusia ha llegado hasta Marte. O más bien va a impedir que los investigadores lleguen a este planeta. La imposición de sanciones a Rusia ha llevado a la Agencia Espacial Europea (ESA) a romper su asociación con el país invasor. Esto, a su vez, ha provocado la paralización indefinida de un proyecto internacional de investigación para sondear la superficie del Planeta Rojo.
El proyecto ExoMars, en el que los científicos llevan más de 20 años trabajando, tenía previsto lanzar una nave en septiembre desde el puerto espacial del Cosmódromo de Baikonur (Kazajistán). En junio de 2023, unos 264 días después, el rover debía desplegarse en la superficie utilizando un módulo de aterrizaje proporcionado por el socio ruso Roscosmos. Aterrizaría en la región Oxia Planum, situada al norte del ecuador de ese planeta y rica en depósitos sedimentarios gruesos y arcillosos. Sin embargo, los últimos acontecimientos internacionales han hecho que este plan sea inviable.
Las trayectorias orbitales de ambos planetas sitúan la próxima ventana de lanzamiento en 2024. No obstante, Josef Aschbacher, director general de la ESA, asegura que la fecha más realista se tendría que retrasar dos años, en el mejor de los casos.
Tras tomar esta decisión, al equipo de investigadores le toca evaluar sus opciones. Una de ellas es reanudar la anterior cooperación con la NASA, que se rompió en 2012 y la razón por la que la agencia cerró un acuerdo con los rusos. Por el momento, el programa, se desconocen los costes de esta posible asociación, aunque Aschbacher señala a Fortune que el programa requiere una inversión de más de 1.000 millones de euros.
El rover de la ESA, bautizado con el nombre de la científica británica Rosalind Franklin, es el más adecuado para buscar indicios de organismos extraterrestres bajo la superficie. Cuenta con un taladro que puede extraer suelo y roca a dos metros de profundidad, lo suficientemente lejos como para estar protegido de los dañinos rayos cósmicos que bombardean la superficie.
La expedición a Martes no es el único proyecto que se ha visto afectado por la guerra de Rusia. La Agencia Espacial Europea tenía previsto el lanzamiento de otros cinco satélites desde el puerto espacial europeo de Kourou (Guayana Francesa) en los próximos meses. Dos de ellos, Euclid y EarthCARE, iban a realizar importantes investigaciones sobre la materia oscura, así como el papel que desempeñan las nubes y los aerosoles en el reflejo de la radiación solar hacia el espacio. Sin embargo, Rusia ha retirado sus equipos de Kourou, incluidos los cohetes Soyuz que los llevarían a la órbita, según publica Fortune.
Rusia enviará su propia misión a Marte
En respuesta a la decisión de la ESA de poner fin a su asociación, el director de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin, ha asegurado en su canal de Telegram que Rusia enviará su propia expedición a Marte.
La misión buscará evidencias biológicas o geológicas de vida en Marte sin “los amigos europeos”, a los que ha acusado de anteponer su postura antirrusa a los objetivos comunes de la humanidad y de servilismo ante Estados Unidos.
El plan de la Roscosmos pasa por construir una réplica de su módulo de descenso, equiparlo con un cohete portador Angar y lanzarlo desde el nuevo cosmódromo Voschoni.
Las predicciones de Musk
Elon Musk, CEO de Tesla y fundador de SpaceX, es conocido por sus predicciones. En la más reciente, publicada en Twitter, el hombre más rico del mundo señala que la gente llegará al Planeta Rojo antes de que termine esta década, concretamente en 2029.
No es la primera vez que Musk se retracta de sus anteriores predicciones. En 2016, declaró que si las cosas salían según el plan, “deberíamos ser capaces de enviar personas en 2024 y que se llegasen en 2025”. No obstante, el año pasado dijo que estaba “muy seguro” de que SpaceX llevaría humanos a Marte en 2026.
En 2020, el fundador de SpaceX aseguró que esperaba construir 1.000 de las naves estelares en el transcurso de 10 años para enviar a un millón de personas a Marte en 2050, según recoge Business Insider.