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Las consecuencias para la guerra en Ucrania podrían ser importantes. Según diversas fuentes dentro del gobierno de Biden, Estados Unidos ha decidido permitir que Kiev lleve a cabo ataques en suelo ruso utilizando armas occidentales. La luz verde se dio a la condición de que los ucranianos limiten sus ataques a las zonas fronterizas de la región de Kharkiv, en el norte del país, donde las fuerzas rusas entraron el 10 de mayo y desde entonces han conquistado más de 180 kilómetros cuadrados.

“El presidente [Joe Biden] ordenó recientemente a su equipo que se asegurara de que Ucrania sea capaz de usar armas suministradas por Estados Unidos con fines contrafuegos en la región de Kharkiv para que Ucrania pueda contraatacar a las fuerzas rusas que las están atacando o se preparan para atacarlas”, dijo el jueves 30 de mayo un funcionario estadounidense a la agencia France-Presse, confirmando un informe inicial de Politico. La posición de la Casa Blanca sobre los ataques de largo alcance dentro de Rusia, en cambio, no ha cambiado. Estos siguen prohibidos por Washington, dicen las mismas fuentes.

Este cambio en la posición estadounidense sigue a la intensa presión de Ucrania y algunos de sus aliados, que creen que la nueva ofensiva de Moscú ha cambiado la situación. Al atacar a Ucrania desde su territorio nacional, y no desde los territorios que ocupa en las provincias de Kharkiv, Luhansk, Donetsk, Zaporizhzhia y Kherson, Rusia está impidiendo que las fuerzas de Kiev tomen medidas, ya que los ucranianos no tienen la capacidad de atacar las concentraciones de tropas o los aviones que operan desde dentro de las fronteras de su enemigo.

Fuente: LeMonde