Federico Sturzenegger: El ataque a la industria pesquera y la polémica sobre los Derechos de Extracción

En una entrevista reciente en Radio Mitre, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, criticó duramente al sector pesquero argentino. Según el funcionario, las empresas pesqueras solo pagan un 0,15% en derechos de extracción, lo que calificó como “apropiarse del pescado que pertenece a todos los argentinos”. A su vez, se mostró orgulloso del trabajo de Juan Pazo, secretario del área, quien ha impulsado un incremento de ese porcentaje al 2,5%, describiendo la medida como “todos muzzarella”, en tono de celebración.

Sin inmutarse, Sturzenegger sostuvo que la licitación internacional nunca estuvo contemplada en la Ley de Bases, cerrando su intervención con una fuerte crítica hacia la industria pesquera, a la que no dudó en calificar como “ladrona”.

El silencio mediático y las inconsistencias del discurso

Los funcionarios del gobierno libertario, como es común, optan por entrevistas con medios o periodistas que les resultan afines, evitando cuestionamientos incómodos. En este contexto, Sturzenegger comenzó su intervención con una frase que podría parecer positiva para cualquier desprevenido: “Argentina tiene una riqueza pesquera extraordinaria que debe desarrollar”. Sin embargo, para quienes conocen el estado actual de explotación de los recursos pesqueros en el país, la afirmación no solo es inexacta, sino peligrosa. Gran parte de las especies explotadas en el mar argentino se encuentran en su nivel máximo de explotación, e incluso algunas están sobreexplotadas.

Un mínimo repregunte por parte del entrevistador habría permitido aclarar si el ministro se refería a desarrollar la competitividad en la exportación de productos elaborados, lo cual sería razonable, o si pretendía aumentar la presión sobre los recursos naturales, lo que sería insostenible.

Pescadores “que no pagan nada”

Sturzenegger continuó su discurso apuntando que “no podemos permitir que los pescadores locales se lleven el pescado gratis”. Comparó el derecho de extracción pesquera con las regalías que se aplican a otros recursos naturales, como el petróleo, donde las provincias exigen un 15%. “La pesca es lo mismo, tenés que pagarle al Estado una regalía. Hoy, esa regalía es del 0,15%, pero el secretario Juan Pazo la está llevando al 2,5% y nadie ha dicho nada”, insistió.

No obstante, el ministro evitó mencionar los otros aportes económicos que la industria pesquera realiza al Estado, enfocándose únicamente en el derecho de extracción (DUE) nacional. Su énfasis constante en el porcentaje del 0,15%, sin presentar cálculos o datos que lo respalden, refleja un discurso que parece ajeno a la complejidad real del sector.

La resistencia a los cambios

Si bien es cierto que Pazo lleva meses intentando elevar el DUE al 2,5%, no es correcto afirmar que el sector no ha mostrado resistencia, sobre todo entre las empresas más pequeñas. Es el temor a una licitación internacional lo que ha llevado a varios empresarios a aceptar el aumento de los derechos, pero la licitación, como lo sabe perfectamente el ministro, sí estuvo contemplada en el borrador de la Ley de Bases. Aunque ese capítulo nunca llegó al Congreso, su existencia fue motivo de alarma para el sector.

“El sistema pesquero, naviero y político se opuso a la licitación, que lo único que hacía era sacar a la luz los recursos que pertenecen a todos los argentinos y que el Estado los cobrara”, afirmó Sturzenegger, omitiendo que la Ley de Bases proponía condiciones que hubieran facilitado una mayor intervención de empresas extranjeras, eliminando la obligación de descargar en puertos argentinos o procesar en tierra.

Visión de corto plazo

Es paradójico que quienes abogan por una Argentina con una visión a largo plazo promuevan políticas que, en la práctica, pondrían en riesgo la sustentabilidad de los recursos pesqueros y permitirían la sobreexplotación por parte de potencias extranjeras. A pesar de que la reforma de la Ley de Pesca fue rechazada, Sturzenegger no oculta su intención de retomarla. “Esperemos que en algún momento se pueda avanzar hacia una mayor transparencia, como en otras industrias extractivas”, dijo al final de la entrevista.

Finalmente, el ministro no dudó en reafirmar su postura crítica hacia el sector, asegurando que el Estado podría generar más industria y empleo si la pesca “pagara lo que debe pagar”, permitiendo así una reducción de impuestos en otras áreas. Concluyó su intervención con una frase lapidaria: “Yo a veces digo que en Argentina el robo es legal, porque lo que hacen estos empresarios no es nada ilegal”.

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