El Banco Central, liderado por el equipo económico encabezado por el ministro de Economía Luis Caputo, se prepara para su próxima reunión de directorio con la expectativa de reducir nuevamente la tasa de interés de política monetaria. Esta medida, que mantendría la tasa en terreno negativo, responde a la percepción de una nueva desaceleración en la inflación, según proyecciones privadas.

El documento “Esta vez no habrá sorpresas”, indica que el Banco Central podría anunciar un recorte de la tasa de referencia, similar al realizado el mes pasado, en las horas previas al reporte oficial de inflación. Se espera que este nuevo recorte esté en línea con las mediciones privadas que estiman una inflación para marzo en torno al 10%.

Aunque algunas proyecciones como la de la consultora C&T sugieren una inflación ligeramente superior, la mayoría de los relevamientos privados muestran una moderada desaceleración en comparación con febrero. Esto, sumado al ingreso de divisas por la liquidación de exportaciones agrícolas y los resultados positivos en el área fiscal, ha generado un ambiente de confianza en los inversores.

El análisis también destaca la acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central, así como el fuerte sobrecumplimiento de las metas fiscales acordadas con el FMI en el primer trimestre. Estos factores han contribuido a mantener la calma en el mercado cambiario y a fortalecer el humor de los inversores, reflejado en la subida de bonos y la reducción del riesgo país.

En este contexto, el Banco Central sostiene una estrategia de tasas de interés reales negativas, buscando estimular la economía y mantener la estabilidad financiera. Estas medidas, aunque controvertidas en algunos sectores, forman parte de la política económica actual, caracterizada por un enfoque heterodoxo en la gestión monetaria.