Aldo Gómez Di Giuseppe: Estamos con María, Para radio Cultura Lomas y El diario digital, Debate y Convergencia. Acabamos de ver su obra interpretada por su autora que nos va a contar cómo surgió esta obra, de donde nace toda esa prosa que ella contó desde su lenguaje verbal y corporal, grandes y hermosas poesías que nos va llevando por distintos andariveles desde las frustraciones, de los mandatos de cuando era adolecente. Contame cómo fue ese proceso.
María del Carmen Palopoli: Es un proceso que empezó desde la escritura, la pandemia me agarró sin poder hacer teatro y comencé a estudiar dramaturgia con Soledad Pavés y comenzaron a salir poesías que era la intención de poder llevar al teatro, no es fácil llevar poesía a la dramaturgia y la idea era ponerle cuerpo, voces matices intenciones, y las intenciones son las mismas que va teniendo la vida, y esos matices también, desde la propia experiencia, pero que es la experiencia de cualquier ser humano que tiene algunos trauman, algunos miedos, de algún momento frustrante quizás, bueno, ya el hecho de poder volcarlo al papel es muy catártico, y ponerle el cuerpo, ya es doblemente emocionante.
A.G.D: En un momento se notó el encierro cuando empiezas a moverte, es como que te encontras con cosas que hacía mucho tiempo que no las veías, el encierro no hizo ver cosas que antes no veíamos, y que no ayuda a ver en nosotros mismos la mirada de adentro hacia afuera. Eso lo vi en tu lenguaje corporal y verbal, lo decís a través de quiero tocar las hojas, quiero ver el sol, quiero estar, quiero sentir, y eso es lo que fuiste contando.
M.C.P: Si, uno sin darse cuenta en la rutina diaria vamos llevando un ritmo en donde predomina muchas veces el encierro y no vemos lo maravilloso de lo que tenemos alrededor nuestro y dentro nuestro, y un poco es tocar la sensibilidad y el interior del ser humano que somos todos. Tenemos luz y podemos ser creadores, podemos danzar y podemos reír, podemos soñar, y un montón de cosas que no queremos o no nos animamos.
A.G.D: Me gustó mucho también el momento en que vos jugas sobre la adolescencia con la adultez, Esta ropa si, esta ropa no, diciendo, no quiero mandatos, quiero ser yo misma, quiero vivir, quiero ser. Eso me gustó muchísimo porque fue esa transformación, también está la mano de alguien que te fue diciendo, el trabajo de Valeria Blanco, tengo que nombrarla es primordial su trabajo. Es sumamente creadora e hicimos – Dice María – un gran equipo. Aldo: Buena está el momento en que venís saliendo, desde la adolescencia a la juventud, haces un párate y empezas a apretar, bueno quiero mis derechos pareces decir.
M.C.P: Todos tenemos mandatos, la sociedad en definitiva nos marca los mandatos y sin darnos cuenta, nosotros cada uno, agachamos la cabeza, y cuando empezamos a tener una búsqueda personal o una búsqueda creativa, ante cualquier aspecto artístico, esos mandatos empiezan a pesar, bueno, hay que trabajar para sacarse de encima esos mandatos que por ahí, pueden ser cosas personales, en el caso de la mujer pueden ser muchos mandatos culturales, impuesto y puestos desde muchísimos años, pero también como decía antes, son mandatos sociales y que hay que atreverse a derribarlos, considero que la educación y el arte son las más grandes herramientas para poder transformar la sociedad.
A.G.D: Claro, también lo que veo cuando ya te pasas de la juventud, ya en la adultez, de golpe ponerte un batón cuando eras una adolescente o una joven que es lo que te imponían en ese momento a quedar desnuda, “Quiero ser yo basta” eso se vio, está reflejado también, no solamente en que vos quedaste desnuda, sino en ese verbo que utilizando de cómo lo fuiste utilizando, contame.
M.C.P.: Esos mandatos como verbo se hacen carne, La mujer, yo hablo porque pertenezco al sexo femenino, todos tienen mandatos, pero me parece que las mujeres tienen muchísimos mandatos, desde el verbo, desde la palabra, puesto en la carne y eso fue un trabajo por supuesto de años, de poder uno darse cuenta para enfrentarlo con diferentes herramientas con diferentes maestros, y la posibilidad de empezarme a soltar a escribir, yo vengo del relato, yo estudie con los docentes de la escuela de Ana María Bogo, mi espectáculo anterior que se llamó “Objetora” eran relatos desde la llegada de mis abuelos hasta la actualidad, inmigrantes ellos, y la poesía la herede de mi mama que hace una poesía muy simple, muy rimada, pero que siendo ama de casa ella se animaba a escribir poesía, las tenía guardadas y las compartía con nosotros, y salir de ese tipo de poesía más tradicional fue un trabajo muy importante pero que una vez que encontré la veta, digamos que a mí me empezó a satisfacer para poder poner en palabras todas estas emociones que había dentro mío, me encontré con una faceta de escritura, un mundo totalmente diferente.
A.G.D.: Y para ir cerrando ya la entrevista, me gusta mucho también como cerraste esta puesta porque cerras la puesta en el día de hoy, en tu día, en tu presente.
M.C.P.: Bueno, porque la vida es ese instante, por eso “Alternativa poética para un instante”. La vida es un instante, este instante, dentro de un ratito, no sé lo que va a pasar, mañana menos y ayer, ya fue pasado.
A.G.D.: Nosotros vivimos para ver que va a pasar en el futuro, y esta obra es futuro. Gracias por invitarme. Hay que seguir dándole fuerza al teatro independiente que es el más valioso. Muchísimas gracias.
Aldo Gómez Di Giuseppe.
Dramaturgo, Actor.
