Debate y Convergencia

En su etapa final 2

El panorama político en Argentina se encuentra inmerso en la incertidumbre, con un gobierno que parece estar en su peor momento. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien ha sido una figura política predominante en el país durante años, parece estar llegando a su fin. Su último refugio, la provincia de Buenos Aires, está a punto de caer y su aval electoral se está disolviendo debido al fracaso económico del gobierno.

La fuerza política de Cristina Fernández de Kirchner se quedará sin cajas y su militancia sin recursos, lo que significa que su poder político disminuirá considerablemente el próximo año. Mientras tanto, el presidente Alberto Fernández está solo en el ejecutivo y está utilizando sus pobres recursos para ganarse el respeto de la gente, y de sus colaboradores algo que nadie está dispuesto a concederle.

El ministro de economía, Sergio Massa, también está en un callejón sin salida. Su equipo económico próximo a punto de desertar justo antes de la catástrofe final. En febrero, se espera que se anuncie otro 6 por ciento de inflación, lo que dejará al descubierto el fracaso del gobierno en el control de la inflación. La meta inflacionario-pronosticada para abril que era de un 3 por ciento ya ha sido descartada.

La gente en general está pasiva y solo espera que este gobierno termine pronto. La resignación se ha apoderado de la población, que espera jugar sus cartas en las próximas elecciones como su última esperanza. Sin embargo, la incertidumbre reina sobre quién será el candidato (de derecha o de centro), ya que la izquierda y el peronismo, que han liderado el país en el pasado, han fracasado rotundamente.

El Kirchnerismo parece estar haciendo todo lo imposible para pagar el menor costo posible de esta situación. Pero, cuando su vida de privilegios llegue a su fin, miles de funcionarios, rentados y privilegiados del poder se enfrentarán a las consecuencias de sus impericias. Todo esto lleva a una situación catastrófica que pone en riesgo el futuro del país, cuando esa masa de desocupados obstaculice los actos de gobierno de la próxima gestión.

El próximo autoridades que surjan de los comicios de este año, tiene mucho que perder, pero si tiene el temple y la fortaleza necesarios, puede convertirse en un gobierno de bisagra, capaz de torcer para bien los destinos del país. Para el 2024, el país podría tener un nuevo gobierno que supere al actual en términos de eficacia y respeto. En definitiva, la historia juzgará si este fue el peor gobierno de la historia de Argentina o simplemente tenemos un mal diagnóstico de la realidad.

Osvaldo González Iglesias – Editor.

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