La galaxia CEERS-93316, ubicada a 35.000 millones de años luz de la Tierra, podría haberse formado solo 235 millones de años después del Big Bang.
Astrónomos de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido, descubrieron, mediante el telescopio James Webb, la galaxia más lejana y más antigua jamás conocida.
Las fotos captadas por el observatorio muestran una mancha roja que en realidad es un sistema de objetos celestes complejo situado a 35.000 millones de años luz de la Tierra.
La galaxia CEERS-93316 fue fotografiada tal y como existía tan solo 235 millones de años después del Big Bang, utilizando la cámara de infrarrojo cercano del Webb, que puede retroceder en el tiempo hasta los primeros parpadeos de las primeras estrellas.
Anteriormente, la galaxia que poseía el récord era la GLASS-z13, que habría surgido 300 millones de años después de la “gran explosión”.
Desde que el James Webb publicó sus primeras imágenes el 12 de julio, vieron la luz muchas fotos de alta resolución que muestran objetos lejanos del espacio.
La reciente imagen se obtuvo durante el Cosmic Evolution Early Release Science Survey (CEERS), un estudio del cielo de campo amplio y profundo realizado por el observatorio escocés.
Los investigadores que encontraron la foto ni siquiera estaban buscando la galaxia más lejana. En su lugar, pretendían recopilar una lista de 55 galaxias primitivas para investigar su brillo en distintos momentos después del Big Bang.
La antigüedad la CEERS-93316 se confirmará mediante la espectroscopia que revelará no solo la edad de la luz de la galaxia, sino también su composición química, tamaño y temperatura.
“Estamos utilizando un telescopio que fue diseñado precisamente para hacer este tipo de cosas, mirar hacia atrás, hacia la formación de las primeras estrellas y galaxias hace más de 13.500 millones de años”, explicó Callum Donnan, uno de los autores del estudio que todavía no ha sido publicado.