Debate y Convergencia

El radicalismo bonaerense preso de la interna del PRO

“El radicalismo bonaerense en la encrucijada rumbo a las elecciones”

El radicalismo bonaerense se encuentra en un momento crucial dentro de la estrategia del partido a nivel nacional de cara a las elecciones primarias (PASO) que se celebrarán en agosto.

La irrupción de Facundo Manes en la política provincial en 2021 le ha otorgado una autonomía al radicalismo bonaerense que ahora comienza a jugar en su contra. Ante la candidatura presidencial debilitada del neurocientífico, el partido se encuentra nuevamente en la encrucijada de decidir a quién apoyar entre los candidatos del PRO tanto para la presidencia como para la gobernación de Buenos Aires.

A pesar de que los alcaldes del interior bonaerense tienen cierta influencia en el sector oficialista liderado por Maxi Abad, oriundo de Mar del Plata, están en constante disputa con el sector moralista representado por Gustavo Posse.

Abad es consciente de que las mediciones de los candidatos radicales en la provincia de Buenos Aires son mínimas, por lo que ha comenzado a tender puentes con los referentes del PRO, como el Jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta, y la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, buscando la quimérica unificación de una oferta electoral en la provincia.

El argumento recurrente de Abad es que será difícil direccionar el voto útil en caso de quedar en tercer lugar en las PASO de forma individual.

Sin embargo, el problema del abadismo radica en que, al no tener el respaldo de un candidato presidencial fuerte y con un Manes cada vez más desdibujado, los correligionarios se encuentran nuevamente a expensas de las decisiones que tome el PRO.

El radicalismo bonaerense no responde al Comité Nacional encabezado por Gerardo Morales, quien ha establecido un acuerdo virtual con el larretismo y busca replicarlo en la provincia. Según explica un referente del espacio del alcalde de San Isidro a PDS, “el radicalismo tiene la mayor capacidad de movilización del lado de Gustavo Posse y Evolución”.

Está claro que este sector exigirá al larretismo, en caso de oficializarse un acuerdo con el jujeño, que Santilli encabece la fórmula, lo que choca con la postura del abadismo. Este último no rechaza que Santilli encabece el binomio, pero exige que alguien representante de los intendentes del interior acompañe al candidato del PRO.

En medio de esta disyuntiva, las negociaciones continúan en el ámbito del radicalismo. Si la intransigencia del possismo persiste, es probable que buena parte de la corporación centenaria que lidera Abad termine apoyando a Patricia Bullrich, como lo han insinuado algunos intendentes en conversaciones informales, ofreciendo su apoyo para la fiscalización a cambio de que no promueva candidaturas en sus distritos.

“En las encuestas, Patricia está en una mejor posición que Horacio hoy, y la decisión que tomará el sector de los intendentes se basará en el termómetro social”, analiza un legislador provincial cercano a la cúpula abadista.

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