El Gobierno nacional ha reconocido públicamente que los datos de inflación de febrero son “malísimos” y que no eran los esperados. En la rueda de prensa semanal, la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, afirmó que el Gobierno sigue comprometido a controlar los precios y reducir la inflación, para que no sigan aumentando los precios y la vida cotidiana se haga menos difícil.

Aunque Cerruti explicó que las variables macroeconómicas están bajo control, los números de inflación indican que no debería haber niveles tan altos de inflación. El Gobierno no ha señalado a ningún miembro del gabinete por la responsabilidad de los índices de inflación. Cerruti también aclaró que no hay ningún reproche del presidente Alberto Fernández al ministro de Economía, Sergio Massa, ya que ambos están trabajando juntos para encontrar soluciones.

La subida de los alimentos, que alcanzó un 9,8% en febrero, se debe a los aumentos en la carne y los lácteos, que han sido afectados por la sequía en todo el país. Aunque el Gobierno proyectó una inflación anual del 60%, por el momento no prevé modificar la cifra establecida en el presupuesto nacional.

Cerruti expresó su esperanza de que el plan para reducir la inflación, que tuvo problemas en febrero, pueda volver a la senda prevista. También destacó la importancia de trabajar cada día para controlar la inflación y afirmó que es algo estacional que debe ser evaluado mes a mes.

En cuanto a la situación de Edesur, la empresa de energía eléctrica, el Gobierno confirmó que presentará una denuncia penal contra el directorio de la compañía por malversación de fondos, fraude en perjuicio de la administración pública y abandono de persona debido a los cortes de luz en la ciudad. El Ente Nacional de Regulación de la Electricidad está trabajando en un informe que pondrá de manifiesto los puntos que pueden ser causales para que se le retire la concesión a Edesur. El Estado evaluará la posibilidad de retirar la concesión una vez que se complete el informe, en los próximos 90 días.