En un nuevo movimiento estratégico, el Gobierno consiguió dividir al bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) en la Cámara de Diputados, lo que lo deja muy cerca de impedir que la oposición obtenga los dos tercios necesarios para insistir con la ley que buscaba mejorar los haberes jubilatorios y que fue vetada por el presidente Javier Milei. A pesar de los esfuerzos de la oposición, el oficialismo logró aprovechar las diferencias internas del radicalismo, debilitando así la posibilidad de revertir el veto presidencial.
“Estamos perdidos. A esta altura sabemos que al Gobierno no le va a costar nada frustrar los dos tercios”, admitió un referente del bloque radical, evidenciando la falta de consenso dentro de su bancada de cara a la sesión del miércoles. Según las proyecciones, varios diputados de la UCR ya han mostrado simpatía hacia el Gobierno, lo que les permitirá al oficialismo restar los apoyos necesarios para frenar la iniciativa opositora.
El Gobierno ya había logrado dividir a los radicales en otras votaciones clave, y desde la Casa Rosada se habla de posibles alianzas electorales para el próximo año. La expectativa, según trascendió, es que algunos sectores del radicalismo puedan articularse con La Libertad Avanza o incluso conformar un interbloque que facilite las negociaciones políticas.
Aproximadamente un tercio de los diputados radicales ha mostrado cierta afinidad con el oficialismo en debates recientes. El caso más notorio fue la sesión sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que asignaba 100 mil millones de pesos a la SIDE, donde varios legisladores radicales, como Luis Picat, Roxana Reyes y Lisandro Nieri, apoyaron al Gobierno. A ellos se suman otros nombres como Soledad Carrizo y Francisco Monti, quienes también han sido mencionados como posibles aliados en futuras votaciones.
El proyecto para mejorar las jubilaciones fue aprobado en junio con un amplio respaldo: 160 votos a favor, 72 en contra, ocho abstenciones y 16 ausencias. En ese momento, 33 integrantes de la UCR apoyaron la iniciativa, pero esta vez el panorama es diferente. El bloque opositor enfrenta la deserción de varios de sus miembros clave, y ya no se espera el mismo nivel de apoyo.
Pedro Galimberti, diputado entrerriano de la UCR, presentó su renuncia para asumir en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, siendo reemplazado por Nancy Ballejos, del PRO, lo que debilita aún más la capacidad del bloque para unificar su postura. Además, otros diputados como Juan Carlos Polini, Marcela Antola y Pablo Cervi tampoco estarían presentes para la votación de este miércoles, lo que complica aún más el escenario para la oposición.
El Gobierno ha aprovechado estas ausencias para consolidar su posición, mientras busca sumar apoyos entre los diputados que se ausentaron en la votación de junio, incluyendo algunos del PRO y la libertaria Rocío Bonacci. Dentro del bloque opositor, algunos sectores sugieren alternativas, como votar el proyecto por artículos, en un intento por salvar al menos algunas partes de la ley, como el incremento del 8,1% a los haberes jubilatorios.
Con este panorama, el oficialismo parece encaminado a bloquear la insistencia opositora para revertir el veto de Milei, consolidando su estrategia de alianzas y dividiendo a la oposición justo en un momento clave para el futuro de las jubilaciones.
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