Aerolíneas Argentinas informó este viernes que iniciará acciones legales contra los sindicatos de pilotos y tripulantes, APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas) y AAA (Asociación Argentina de Aeronavegantes), debido a las recientes medidas de fuerza que paralizaron sus operaciones, provocaron la cancelación de numerosos vuelos y generaron pérdidas económicas superiores a 2 millones de dólares. La empresa asegura que la protesta sindical, presentada por los gremios como “asambleas informativas”, resultó en la suspensión de vuelos y causó graves perjuicios a miles de pasajeros.
La compañía señaló que la demanda no solo busca compensar las pérdidas derivadas del lucro cesante, sino también resarcir los daños ocasionados a los pasajeros que se vieron afectados por la cancelación y reprogramación de vuelos. En su comunicado, Aerolíneas Argentinas destacó que los principales representantes sindicales, como Pablo Biró, secretario general de APLA, y Juan Pablo Brey, líder de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, serán denunciados como responsables directos de los daños causados por la huelga. Además, la empresa ha anunciado que tomará medidas adicionales para expulsar a Biró de su cargo en el directorio, argumentando que su comportamiento público y gremial ha sido perjudicial y desleal hacia los intereses de la aerolínea.
La decisión de Aerolíneas Argentinas de llevar el conflicto a los tribunales se apoya en el artículo 59 de la Ley General de Sociedades, que establece la responsabilidad ilimitada de los directores por los daños ocasionados a la compañía. La empresa también ha aplicado descuentos salariales a más de 400 empleados, entre pilotos y tripulantes, que participaron en la medida de fuerza. Según trascendió, los descuentos ascienden a 150.000 pesos por día para los pilotos y 50.000 pesos por día para los tripulantes, como parte de las acciones disciplinarias contra aquellos que no cumplieron con sus tareas durante las jornadas de protesta.
Cancelaciones masivas y reclamos gremiales
La protesta, que tuvo lugar el pasado 6 de septiembre, fue liderada por APLA y afectó a más de 15.000 pasajeros, resultando en la cancelación de 185 vuelos en los principales aeropuertos del país, incluyendo Ezeiza y Aeroparque. La medida de fuerza, que se prolongó durante nueve horas, fue convocada en reclamo de una recomposición salarial que los sindicatos consideran necesaria para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores en un contexto inflacionario. La compañía se vio obligada a reorganizar su operación, ofreciendo a los pasajeros la posibilidad de cambiar sus tickets sin penalidades.
En respuesta a la huelga, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Fabián Lombardo, calificó la acción sindical como “salvaje” y criticó duramente a los gremios, afirmando que “no han entendido que la Argentina ha cambiado”. Según Lombardo, las medidas de fuerza de los sindicatos no solo afectan las operaciones de la aerolínea, sino también la imagen del país, y subrayó que estas acciones resultan contraproducentes en un contexto donde la empresa se encuentra en pleno proceso de recuperación tras la pandemia y en medio de un plan de ajuste y modernización.
Por su parte, el líder de APLA, Pablo Biró, defendió la postura del sindicato, asegurando que las propuestas salariales ofrecidas por la empresa fueron “provocativas” e “insuficientes”, y justificó la medida de fuerza como una respuesta necesaria para proteger los derechos de los trabajadores. Biró advirtió que los empleados de Aerolíneas Argentinas están dispuestos a seguir luchando por mejoras salariales si la empresa no presenta una oferta adecuada en las negociaciones.
Conflicto con los líderes sindicales
Pablo Biró, quien ha sido una figura clave en la defensa de los derechos de los pilotos y un fuerte crítico de las políticas de Javier Milei y otros gobiernos anteriores como el de Mauricio Macri, ha tenido un rol protagónico en los recientes conflictos laborales de la aerolínea. Biró ha mantenido una postura combativa en relación a las políticas de “cielos abiertos” que, según su visión, facilitan el ingreso de aerolíneas extranjeras al mercado argentino y afectan a las empresas locales. Ferviente defensor de Aerolíneas Argentinas, Biró también es un aliado del kirchnerismo y ha mostrado en numerosas ocasiones su lealtad a Cristina Kirchner.
En una declaración polémica, Biró advirtió a Milei que si intentaba privatizar Aerolíneas Argentinas, “nos van a tener que matar”, lo que desató una gran controversia. Si bien luego se retractó parcialmente de sus palabras, Biró continúa siendo una de las voces más fuertes en contra de cualquier intento de reducir la participación estatal en la aerolínea de bandera. Recientemente, tras respaldar la candidatura presidencial de Sergio Massa, Biró reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas y criticó las políticas del gobierno de Alberto Fernández, reconociendo que “si el gobierno de Alberto hubiera sido bueno, no estaríamos donde estamos”.
Por su parte, Juan Pablo Brey, secretario general de la AAA, también ha sido señalado como uno de los responsables de los daños causados a la empresa. Brey, quien tiene una fuerte alineación con el moyanismo y cobró notoriedad tras una foto con el Papa Francisco sosteniendo una bandera de Aerolíneas Argentinas, ha mantenido una postura más dialoguista que Biró, pero no ha dudado en utilizar medidas de fuerza cuando considera que los derechos de los tripulantes están en juego. Además de su rol en AAA, Brey es secretario de Deportes de la CGT y titular de Prensa de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Futuro de Aerolíneas y advertencias sobre más protestas
Mientras las negociaciones salariales entre Aerolíneas Argentinas y los gremios continúan sin avances significativos, la empresa ha reiterado su compromiso de evitar más interrupciones en sus servicios. Sin embargo, advirtió que tomará acciones legales contra cualquier medida gremial futura que afecte su operación y los derechos de los pasajeros.
Aerolíneas Argentinas ha asegurado que, aunque entiende las preocupaciones de los gremios en relación a las condiciones laborales y salariales, las recientes medidas de fuerza fueron desproporcionadas y afectaron gravemente la estabilidad de la empresa en un momento crítico. Asimismo, la compañía subrayó la necesidad de encontrar soluciones a través del diálogo, pero dejó claro que no tolerará más acciones que perjudiquen a los pasajeros y las finanzas de la aerolínea.