El presidente electo, Javier Milei, asumirá este domingo y se enfrenta a una situación económica sumamente desafiante. Desde el principio, deberá abordar una coyuntura con problemas estanflacionarios a largo plazo y desafíos urgentes en el corto plazo. Estos desafíos incluyen la estabilización de variables, la contracción económica con altos niveles de empleo y la contención del conflicto social debido al marcado deterioro en los ingresos de los trabajadores, presentando un trilema de solución compleja.

Sus primeros meses en el cargo implicarán enfrentar una inflación sin precedentes en el siglo actual, reservas históricamente bajas, expectativas de dolarización y pagos de deuda por USD 7.000 millones hasta abril. El período de transición de tres semanas ha concluido, marcando el momento de tomar decisiones cruciales.

Gran parte de la disminución reciente en la actividad económica se atribuye a la escasez de dólares, lo que ha llevado a pronósticos de devaluación para diciembre a alcanzar un tipo de cambio proyectado de $760 y ha elevado las cotizaciones financieras en los últimos días. La falta de reservas y la demora en la actualización del tipo de cambio generan la expectativa generalizada de una devaluación.

Según Martín Kalos, director de la consultora Epyca, la devaluación es inevitable debido al retraso cambiario y la escasez de dólares. Este proceso impulsará un aumento adicional en la inflación y una mayor contracción económica. Sin embargo, se espera que, más adelante, esta situación permita establecer un nuevo punto de partida para un plan de estabilización, aunque con niveles ligeramente superiores de inflación y contracción económica, pero desde una posición con algo más de reservas.

La falta urgente de reservas es evidente: las reservas netas han disminuido a un déficit de USD 12.000 millones, un nivel sin precedentes hasta ahora. Las reservas brutas cerraron en USD 21.200 millones el jueves, superando el punto más bajo de noviembre pero alcanzando un número nunca visto desde marzo de 2006. Con obligaciones importantes por pagar, tanto al sector privado como al FMI, el nuevo gobierno deberá afrontar una deuda total de USD 7.000 millones entre el 21 de diciembre y el 30 de abril. Además, las empresas acumulan una deuda comercial estimada en USD 55.000 millones debido a la política restrictiva de importaciones.

Se espera que la inflación de diciembre ronde el 20%, impulsada por coberturas, el efecto arrastre de noviembre y descongelamientos. Esto llevará la inflación acumulada del año a un nivel cercano al 200%, una cifra no vista desde 1990. Los salarios de los trabajadores formales y estables, medidos por el Ripte, han experimentado una caída del 25,8% en los últimos ocho años, mientras que los niveles de empleo se mantienen históricamente altos, con el 44,6% de la población empleada en el segundo trimestre, un dato sin precedentes desde 2003.

El ajuste fiscal y la reducción consiguiente en la emisión monetaria son señales clave que el mercado espera del nuevo gobierno para confiar en la posibilidad de estabilizar las variables económicas. Este ajuste, junto con la contención del conflicto social y la preservación del empleo, representan un enorme desafío para Milei.