El presidente francés había pedido a Europa una vía alternativa a la de Estados Unidos en su relación con China; funcionarios le reclaman.
París. El presidente francés, Emmanuel Macron, generó controversia con unas declaraciones en las que urgía a Europa a no seguir ni a Estados Unidos ni a China sobre Taiwán, que obligó a Washington a reiterar su “confianza” en su aliado europeo.
“Lo peor sería pensar que los europeos debemos ser seguidores y adaptarnos al ritmo estadounidense y a una sobrerreacción china”, dijo Macron, en una entrevista publicada el domingo en varios medios como el diario Les Échos tras un viaje al gigante asiático.
La entrevista también fue publicada por Politico, y de manera anormal, apareció una nota que revelaba la condición que impuso la presidencia francesa para dar la entrevista: la posibilidad de “corregir” citas del presidente. De igual manera cortaron declaraciones de Macron donde “hablaba de manera más franca” sobre Taiwán.
En la entrevista, el presidente llamó además a Europa a “despertarse”. “¿Por qué deberíamos ir al ritmo elegido por otros? En algún momento debemos preguntarnos si nos conviene”, sabiendo que “no queremos entrar en una lógica de bloque contra bloque”, agregó.
Sus declaraciones y su visita a China, donde se reunió con su par Xi Jinping, fueron criticadas por la prensa en Estados Unidos.
El senador republicano Marco Rubio, miembro del Comité de Relaciones Exteriores grabó un video para sus redes sociales donde le pregunta a Macron si habló a nombre de Europa.
“Si Macron habla a nombre de Europa, y su postura es que no van a tomar partido entre Estados Unidos y China sobre Taiwán, tal vez nosotros no deberíamos tomar partido” (en la guerra de Ucrania), comentó.
“¿Macron realmente cree que no es asunto de Europa cuando China intenta crear un nuevo orden basado únicamente en sus intereses?”, preguntó Norbert Röttgen, miembro del Parlamento alemán.
Fuente: El Economista, México.
Macron, continúa Röttgen, “ha logrado convertir su viaje a China en un golpe de relaciones públicas para Xi (Jinping) y un desastre de política exterior para Europa”.