Hablar de dinero suele ser un asunto espinoso. Si hay problemas económicos, tocar el tema puede ser motivo de vergüenza o de conflicto. Pero acceder a información y servicios financieros no debería estar fuera del alcance de cualquier persona, sin importar su nivel educativo, su fortuna o su edad.
En España, un país que envejece a toda velocidad, los bancos han impulsado una agresiva digitalización de sus servicios. Ante la reducción de horas de atención en sucursales y la creciente oferta exclusiva de servicios en línea, el médico retirado Carlos San Juan emprendió una campaña para exigir que los bancos no excluyan a los adultos mayores.
“Tengo mi dinero en el mismo banco desde hace 51 años”, dijo San Juan, “y molesta darse cuenta que el mundo digital nos ha deshumanizado hasta tal punto que la lealtad ya no vale”.
El médico logró que los principales bancos del país firmaran un compromiso para resolver algunas de las dificultades que enfrentan las personas de la tercera edad al gestionar sus finanzas en este momento de transición digital.
Pero la confusión financiera no solo es un problema de las personas mayores. En los últimos años, las criptodivisas han pasado de residir en el oscuro ámbito de la vanguardia tecnológica a tener consecuencias en la vida real de las personas: El Salvador ha decretado que el bitcóin es una moneda de curso legal y Puerto Rico se ha visto inundado por inversionistas cripto que buscan gastar su dinero en la isla. ¿Pero qué diablos significan todos esos conceptos?
Nuestro columnista de tecnología, Kevin Roose, ha preparado una serie muy completa de artículos sobre los conceptos clave de este mundo. Aquí tienes La guía cripto para despistados, donde resolvemos tus dudas más urgentes.
Fuente: NYT, EEUU