El Gobierno nacional ha solicitado de manera enfática a las empresas de medicina prepaga que congelen los aumentos durante tres meses, ante la preocupación por los constantes incrementos que impactan en los usuarios. Sin embargo, las respuestas de las prepagas han sido contundentes, planteando la imposibilidad de congelar los precios hasta junio o julio debido al desfase con la inflación.
Este desacuerdo ha llevado a un corte en el diálogo entre ambas partes y ha agudizado las tensiones. Por un lado, desde el Ejecutivo se señala que las prepagas se han negado a aceptar un aumento del 0% durante tres meses, mientras que las empresas afirman que no tienen interlocutores claros en el Gobierno y desconocen cualquier información al respecto.
En paralelo, avanza una investigación sobre posibles prácticas cartelizadas en el sector de la medicina prepaga, especialmente por los incrementos excesivos en las cuotas mensuales, que en algunos casos superaron el 200%. El presidente Javier Milei ha cuestionado públicamente al empresario Claudio Belocopitt, presidente de la Unión Argentina de la Salud, mientras que el vocero presidencial, Manuel Adorni, ha denunciado conductas abusivas en el sector.
Estas tensiones se han intensificado con la denuncia realizada por diputados de la Coalición Cívica contra las empresas de medicina prepaga asociadas a Belocopitt, acusándolas de cartelización para fijar aumentos de manera coordinada. Esta situación ha generado una advertencia del Gobierno hacia las empresas, comprometiéndose a defender los intereses de la clase media frente a estos aumentos considerados abusivos.
