Los ministros de Finanzas y de Salud británicos renunciaron a sus cargos con críticas al primer ministro Boris Johnson, al acusarlo de estar al tanto de una situación de abuso sexual que protagonizó un diputado oficialista y no haber hecho nada ante la situación. La renuncia de dos funcionarios clave, poco después de que Johnson superara un voto de confianza el mes pasado presentado en contra de su liderazgo, podrían resultar devastadoras para la continuidad de su mandato, según los medios británicos.
El primer ministro en renunciar y hacerlo público en Twitter fue Rishi Sunak, hasta entonces al frente de la cartera de Finanzas; y luego Sajid Javid, su par frente a la cartera de salud. También renunció a la vicepresidencia del Partido Conservador Bim Afolami, mientras que Andrew Murrison dejó su puesto de enviado comercial del Gobierno. Según confirmó la BBC, Steve Barclay reemplazará a Javid, convirtiéndose en el nuevo secretario de estado de salud y atención social, y Michelle Donelan es la nueva secretaria de educación, reemplazando el antiguo cargo de Nadhim Zahawi, que irá a Finanzas.
Una nueva crisis en el gobierno de Johnson
Las renuncias se producen después de que Johnson se disculpara por nombrar a Chris Pincher para un puesto en el Gobierno, a pesar de estar al tanto de varias denuncias de conducta inapropiada contra el parlamentario. El legislador había sido suspendido del Partido Conservador luego de ser acusado de “manosear a dos hombres”, al parecer cuando estaba bajo los efectos del alcohol en un club privado de Londres.
Según el análisis de los medios británicos, el primer ministro se encuentra en una posición muy delicada tras la dimisión de dos de los ministros clave de su Gobierno. Johnson reconoció que debería haber despedido a Pincher al ser informado sobre las denuncias en su contra cuando era titular del Ministerio de Relaciones Exteriores en 2019, pero, en cambio, el premier lo nombró para otros cargos gubernamentales. “Creo que fue un error y me disculpo por ello”, dijo cuando se le preguntó sobre el caso.
Luego de la polémica, Johnson pidió disculpas por haberlo beneficiado con un cargo y afirmó que “no hay lugar en este Gobierno para nadie que sea depredador o que abuse de su posición de poder”. Este caso se suma a otros similares en el Partido Conservador en los últimos meses.
El primer ministro superó a principios de junio un voto de confianza promovido desde sus propias filas, después de que varios legisladores enviaran una carta a un comité del Partido Conservador en la que manifestaron su oposición a la continuidad de su líder. Esta misiva estuvo motivada por el escándalo de las fiestas en la residencia oficial, celebradas a pesar de las restricciones contra la Covid-19 durante la pandemia.
Boris debilitado
Para el líder laborista Keir Starmer está claro que el Gobierno de Johnson se está derrumbando y acusó a los ahora ex ministros de ser “cómplices” ya que Johnson “deshonró su cargo y defraudó a su país”. “Después de todo el desorden, los escándalos y el fracaso, está claro que este Gobierno se está derrumbando. Los ministros del Gabinete tory han sabido todo el tiempo quién es este primer ministro. Han sido su séquito de animadores durante toda esta lamentable saga”, agregó Starmer en un comunicado que consignó la BBC.
Por su parte, la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, expresó en Twitter que se siente que el fin de Johnson está cerca y que todo el “círculo podrido tiene que irse“. De todas formas, varios ministros salieron a respaldar a su líder, entre ellos la de Comercio Internacional, Anne-Marie Trevelyan, el secretario del Tesoro, Simon Clarke y el ministro de Defensa, Ben Wallace, quienes adelantaron que no renunciarán.
Fuente: El Destape, Argentina.