Argentina dejará de importar gas natural desde Bolivia después de 18 años, marcando un cambio significativo en la política energética del país. A partir de los próximos meses, con la finalización de la obra de reversión del Gasoducto Norte, el Gobierno Nacional implementará una nueva estrategia que incluye la exportación de gas a Brasil.
Este cambio de rumbo pone fin al acuerdo firmado en 2006 entre los entonces presidentes Néstor Kirchner y Evo Morales. El convenio, que preveía la importación de gas boliviano hasta el año 2026, ha costado a Argentina cerca de 20 mil millones de dólares hasta la fecha. Sin embargo, con la conclusión de la obra en Vaca Muerta, el país se prepara para abastecer a siete provincias con gas natural nacional y convertirse en un proveedor clave para Brasil.
Las empresas Techint, de Paolo Rocca, y Sacde, de Damián y Marcelo Mindlin, han finalizado recientemente la construcción de un tramo de 100 kilómetros del Gasoducto de Integración Federal, que conecta las localidades de Tío Pujio y La Carlota, en la provincia de Córdoba. Además, se ha completado otro tramo de 22 kilómetros y se han iniciado trabajos en cuatro plantas compresoras ubicadas en Córdoba, Santiago del Estero, y Salta.
Se espera que una parte de la obra esté lista para finales de septiembre, mientras que las plantas compresoras comenzarán a operar, en principio, en marzo de 2025. Una vez finalizados estos trabajos, la capacidad de transporte de gas natural desde el centro de Argentina hacia el norte aumentará a 19 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d). Esto eliminará la necesidad de importar gas de Bolivia, consolidando a Argentina como un productor y exportador de energía en la región.