El debate sobre la dolarización en Argentina ha surgido ante las sugerencias de que el país abandone el mecanismo de conversión, con una gran cantidad de opiniones en torno al potencial valor del tipo de cambio y la conveniencia y factibilidad de eliminar legalmente la moneda nacional. También se han mencionado los antecedentes de las negociaciones que hubo entre Argentina y Estados Unidos en torno a esta iniciativa en el gobierno de Carlos Menem y por qué no prosperaron. El candidato presidencial Javier Milei ha sido uno de los más firmes promotores de la dolarización de la economía y ha atraído la atención de los empresarios integrantes del Foro Llao. Sin embargo, hay argumentos técnicos de economistas que indican que Argentina no podría, o no le conviene, dolarizar como lo han hecho otros países.

El candidato presidencial libertario, Javier Milei, ha propuesto la eliminación del peso argentino y la dolarización de la economía como una solución para poner fin a la inflación en Argentina. Según Milei, la dolarización traerá más soluciones que problemas y pondrá fin a la estafa de la política, ya que los políticos que roban con el señoreaje serán los únicos perdedores. Milei ha presentado un plan económico que incluye una reforma integral del sistema monetario, cambiario, financiero y de pagos de Argentina. Sin embargo, hay argumentos técnicos de economistas que indican que Argentina no podría, o no le conviene, dolarizar como lo han hecho otros países.

Según un informe de la consultora 1816, si se eliminara el peso argentino y se dolarizara la economía, el CCL (Contado con Liquidación) pasaría a valer $800 en base a las paridades actuales de los bonos del Tesoro, para no tener la necesidad de conseguir financiamiento externo. Sin embargo, el informe indicó que la dolarización solo sería factible “solo con el mercado internacional confiando mucho en el plan del nuevo Gobierno, con un shock inflacionario (que permita licuar los stocks de pesos) y/o con una reestructuración de las Leliq “para reducir los pasivos del BCRA. La consultora afirmó que si no hay préstmos extraordinarios, entonces no es posible una dolarización ‘ordenada’ y que existe la posibilidad concreta de que Argentina dolarice, pero será con una licuación masiva previa y/o con un default de pesos. Sin embargo, hay argumentos técnicos de economistas que indican que Argentina no podría, o no le conviene, dolarizar como lo han hecho otros países.

La dolarización de la economía argentina propuesta por Emilio Ocampo y Nicolás Cachanosky va más allá de la simple adopción del dólar como moneda de curso legal. También proponen la libre circulación de monedas convertibles y la libre movilidad de capitales, una profunda reforma del sistema bancario para poner los ahorros de los argentinos fuera del alcance del poder político y la firma de un tratado de libre comercio con la Unión Europea y otros bloques comerciales. Además, proponen que los argentinos paguen sus impuestos en dólares y puedan elegir libremente la moneda y los medios de pago con los que quieren operar. La dolarización eliminaría el riesgo de devaluación y los costos asociados a la volatilidad del tipo de cambio nominal, lo que reduciría significativamente el costo de capital. También eliminaría la inflación y proporcionaría previsibilidad económica para los inversores y trabajadores.