La confirmación de Cristina Fernández de Kirchner como candidata a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral reavivó las tensiones en el peronismo bonaerense y agudizó la disputa con el gobernador Axel Kicillof, especialmente en los municipios del populoso conurbano donde el PJ tiene su base territorial más firme. A pesar de los gestos de distensión y los llamados a una unidad estratégica, la fractura se profundiza y compromete los armados locales de cara a las elecciones del 7 de septiembre.
Con la sombra del inminente fallo de la Corte Suprema en la causa Vialidad, que podría inhabilitar a la ex presidenta, los intendentes se mueven en un clima de incertidumbre, combinando cautela con presión territorial. Sin Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), las internas se proyectan como conflictos abiertos en los distritos, y la posible reaparición de listas colectoras es evaluada como una vía para evitar rupturas sin imponer consensos imposibles.
Seis municipios en conflicto: donde no hay retorno
En al menos media docena de municipios clave, la unidad parece descartada, incluso si Cristina y Kicillof logran cerrar un acuerdo a nivel seccional.
- Morón: La pelea entre el intendente Lucas Ghi (alineado con Kicillof) y el exjefe comunal Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro, cercano a CFK) es abierta y frontal. Sabbatella ya lanzó su precandidatura con el lema «Martín vuelve», y exige una interna partidaria que aún no tiene reglas claras.
- Hurlingham: El intendente Damián Selci, de La Cámpora, se prepara para enfrentar al exintendente Juan Zabaleta, quien evalúa su regreso. Ambos esperan definiciones nacionales, pero la tensión ya está instalada.
- Tigre: Aquí, Julio Zamora, distanciado de Sergio Massa, se alinea tácitamente con Kicillof. Cristina respalda a Malena Galmarini, quien fue derrotada por Zamora en 2023. El intendente resiste y juega fuerte.
- Avellaneda, Lanús y Quilmes: Son distritos con fuerte presencia de La Cámpora y con conflictos abiertos. El intendente Jorge Ferraresi ya avisó que no compartirá listas con el kirchnerismo y que, de haber acuerdo entre Kicillof y CFK, armará boletas propias. En Quilmes, Mayra Mendoza —una de las principales referentes camporistas— también se prepara para dar pelea territorial. En Lanús, gobierna Julián Álvarez, otro camporista que enfrenta resistencia.
Zonas en “alerta naranja”: tensión creciente, acuerdos inciertos
En otros distritos estratégicos, la posibilidad de un acuerdo aún no está descartada, pero las fricciones internas están al rojo vivo.
- La Matanza: El bastión peronista por excelencia está cruzado por internas sutiles pero profundas. La vicegobernadora Verónica Magario visitó a CFK y expresó su apoyo. Sin embargo, el intendente Fernando Espinoza mantiene silencio, mientras La Cámpora, con Facundo Tignanelli, activa actos, mesas de apoyo y militancia de base en el distrito. La pelea por los paredones es síntoma del enfrentamiento latente.
- Almirante Brown, Berazategui, Florencio Varela, José C. Paz: En estos municipios, intendentes alineados con Kicillof enfrentan el avance de La Cámpora, que refuerza su presencia a través de plenarios, mesas con Cristina y actos organizados por Lucía Cámpora y otros dirigentes nacionales.
- Esteban Echeverría: El intendente Fernando Gray, uno de los primeros en enfrentarse abiertamente a La Cámpora, podría enfrentar una candidatura cristinista impulsada por figuras como Horacio Pietragalla, con apoyo externo.
Municipios en disputa: el mapa aún se mueve
En Moreno, la interna enfrenta al ministro de Trabajo Walter Correa, cercano a Kicillof, con la intendenta del Movimiento Evita, Mariel Fernández, alineada con Cristina. En Merlo, donde gobierna Gustavo Menéndez, el kicillofismo ya organizó su primer plenario y busca marcar territorio.
En todos estos municipios, el elemento común es la indefinición. La candidatura de CFK desordenó el tablero local, y la falta de PASO complica la resolución democrática de las tensiones. El método para construir listas —si se habilitan colectoras o internas controladas— será decisivo para evitar fracturas.
El factor Corte Suprema: un fallo que puede cambiar todo
El eventual fallo de la Corte Suprema en la causa Vialidad, que podría inhabilitar a Cristina Kirchner para ejercer cargos públicos, suma un elemento de presión e incertidumbre. Si la ex presidenta quedara fuera de la contienda por vía judicial, el liderazgo simbólico quedaría vacante y las disputas locales podrían escalar aún más.
No obstante, en el cristinismo preparan el terreno para sostener la candidatura o, al menos, el eje de campaña. Con o sin boleta, el “efecto Cristina” ya comenzó a reorganizar la interna peronista.
Conclusión: el conurbano, campo de batalla de la nueva grieta peronista
La Tercera Sección Electoral vuelve a ser el escenario donde se define el futuro del peronismo bonaerense. La disputa entre Cristina y Kicillof, más que una tensión coyuntural, es una puja por el liderazgo y la orientación del espacio opositor ante Javier Milei.
En un contexto sin PASO y con un electorado fatigado, los intendentes y agrupaciones se mueven con pragmatismo, pero también con recelo. La unidad, hoy por hoy, es una consigna sin método, y cada distrito marca su propio pulso.
Lo que está en juego no es solo una elección: es la jefatura del peronismo postkirchnerista y el modelo de representación en los barrios más densamente poblados de Argentina. Con Cristina en la boleta o no, la pelea ya comenzó.