¿Cómo puede Rusia seguir fabricando armas con piezas extranjeras a pesar de las sanciones?

En los drones y misiles rusos lanzados contra Ucrania se siguen encontrando microchips, semiconductores y otros componentes microelectrónicos procedentes de China, Estados Unidos y la UE.

Durante las dos primeras semanas de septiembre, Rusia lanzó más de 640 drones Shahed contra ciudades ucranianas, según el presidente Volodímir Zelenski.

Y Moscú no se quedará sin ellos en breve, ya que se siguen encontrando microchips, semiconductores y otros microelectrónicos procedentes de China, Estados Unidos y la UE en los drones y misiles rusos lanzados contra Ucrania.

Vladyslav Vlasiuk, asesor de Zelenski y comisario para la política de sanciones, afirmó que Moscú aún ha podido reponer su maquinaria bélica, aunque las sanciones le hayan afectado.

“Los rusos siguen siendo bastante capaces de adquirir esas piezas y producir las armas, incluidos misiles y drones. También estamos bastante contentos de que los rusos estén recibiendo menos piezas de las que quieren y estén pagando un precio mucho más alto del que querían“, declaró Vlasiuk a Euronews.

El enviado de la UE para las sanciones, David O’Sullivan, tiene más detalles y cifras: “Calculamos que en algunos casos para la microelectrónica es ahora un 125% más caro de lo que era, en algunos casos un 300% más caro. Así que todo esto constituye un daño considerable para el complejo industrial militar ruso”.

Según él, uno de los pasos clave para hacerlo posible es la identificación de la lista de productos prioritarios para el campo de batalla, realizada por el instituto de investigación científica de Kiev de peritaje forense.

Productos prioritarios para el campo de batalla

Nataliia Nestor, directora adjunta del Instituto de Investigación Científica de Kiev de Peritaje Forense (KSRIFE), del Ministerio de Justicia de Ucrania, declaró que a lo largo del año pasado los expertos del instituto realizaron unos 30.000 estudios relacionados con los hechos de la agresión militar rusa contra Ucrania.

Según ella, estudiaron casi todos los tipos de misiles que Rusia utiliza para atacar a Ucrania: Iskander, Kinzhal, Kalibr, Kh-101, Kh-55, Kh-59 y otros. Además, también se investigan drones de ataque como Shahed-136 y Shahed-121, y drones de reconocimiento Kartograf, Orlan-10 y Supercam.

Esta fotografía sin fecha publicada por la Dirección de Comunicaciones Estratégicas del ejército ucraniano muestra los restos de lo que Kiev ha descrito como un dron.
Esta fotografía sin fecha publicada por la Dirección de Comunicaciones Estratégicas del ejército ucraniano muestra los restos de lo que Kiev ha descrito como un dron.Ukrainian military’s Strategic Communications Directorate/AP

La mayoría de los componentes procedentes de países de la UE se encuentran en los drones Geranium-2 aka Shahed-136 y Orlan, así como en otros UAV de reconocimiento (Eleron, ZALA), y en misiles de los sistemas Iskander, Kh-101 y Kinzhal.

“Por ejemplo, en los drones de ataque, (normalmente) encontramos procesadores, microcircuitos, interruptores, grupos de contacto, sensores, diodos, chips, bombas de combustible, memoria flash, etc., todos ellos fabricados en la UE“, declaró Nestor a ‘Euronews’.

¿Cómo consigue Moscú los componentes?

Rusia cuenta con una “red de agentes” bastante amplia en todo el mundo, lo que facilita la entrada de los componentes necesarios a través de países intermediarios o terceros, eludiendo las sanciones.

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La mayoría de las piezas extranjeras son los llamados componentes de doble uso. Esto significa que pueden utilizarse en electrodomésticos pero también incluirse en armas. Algunas de las que se encuentran en los drones y misiles rusos son piezas habituales en lavadoras, cámaras, dispositivos de red en línea y otros aparatos electrónicos de consumo.

“Por desgracia, las cosas que se inventaron para hacer este mundo más fácil no se utilizan con fines pacíficos. Lo hacen peligroso y provocan numerosas muertes de civiles”, afirmó Nestor.

Otro factor es la capacidad de adaptación de Rusia. Cada vez, los expertos de KSRIFE encuentran un conjunto diferente de piezas en misiles y drones utilizados para el mismo fin. Esto, según los expertos, demuestra que las sanciones funcionan. “Los productores militares rusos utilizan las capacidades que tienen. Esto indica que no han establecido un suministro regular de piezas desde la Unión Europea“.

“Es decir, el proveedor de hoy puede venir de Suiza, mañana de Alemania, luego de Holanda, y así sucesivamente. Los distintos componentes se fabrican en diferentes países“, dijo Nestor, añadiendo que, además, Rusia ha empezado a fabricar componentes por su cuenta, lo que significa que la producción militar allí no se ralentizará en breve.

Moscú sigue dando muestras de su compromiso con su capacidad de producción de drones. El 19 de septiembre, el Presidente ruso Vladímir Putin se reunió con la Comisión Militar-Industrial del país y debatió los esfuerzos en curso para aumentar la producción rusa de aviones no tripulados.

Afirmó que las empresas rusas entregaron aproximadamente 140.000 UAV a las fuerzas rusas en 2023, y añadió que este año está previsto multiplicar por diez la producción hasta alcanzar 1,4 millones de drones.

Fuente: EuroNews

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