La Auditoría General de la Nación (AGN) aprobó por unanimidad los Estados Contables de Aerolíneas Argentinas S.A. correspondientes al año 2023, otorgando una “Opinión Favorable sin Salvedades” y reportando un flujo de efectivo positivo de $89.134.728.724. Sin embargo, fuentes oficiales revelaron que la empresa terminó el año con un resultado operativo negativo cercano a los USD 400 millones. Esta discrepancia se debe a la diferente naturaleza de los números presentados: mientras la AGN destacó el flujo de efectivo, el resultado operativo revela pérdidas sustanciales.
La AGN, presidida por Juan Manuel Olmos, señaló que el flujo de efectivo positivo de casi $90 mil millones se alcanzó sin percibir fondos del Tesoro en 2023, aunque sí se acreditó un remanente de 6.000 millones de pesos del presupuesto de 2022. Además, se resaltó el impacto socioeconómico estimado en 8.293,87 millones de dólares y el transporte de más de 14 millones de pasajeros a 37 destinos de cabotaje.
No obstante, según fuentes oficiales, la AGN omitió considerar el resultado real de la operación. Aerolíneas Argentinas sufrió una pérdida de más de USD 200 millones en 2023, pese a un subsidio indirecto de más de USD 380 millones debido a la brecha cambiaria. El flujo de efectivo positivo incluye ingresos por un fideicomiso de 50 mil millones de pesos y la ventaja cambiaria obtenida al convertir ingresos en dólares a pesos a un tipo de cambio favorable.
El informe de impacto socioeconómico, según fuentes del Gobierno, no refleja el verdadero desempeño de la compañía, cuyo EBIT (resultado operativo) arrojó una pérdida de casi USD 400 millones. Este resultado contrasta con la recuperación y ganancias históricas de la mayoría de las aerolíneas post-pandemia. Así, el resultado operativo de Aerolíneas Argentinas presenta una realidad diferente a la percepción generada por el análisis de caja y transferencias estatales.