A pocos días de la inminente asunción de Javier Milei, uno de los candidatos más votados en la historia democrática argentina, comienzan a despejarse ciertas incertidumbres a través de las recientes designaciones y declaraciones de sus principales referentes.

A pesar de la expectativa positiva en los mercados globales, aún persiste cierta incertidumbre. Las últimas designaciones y algunas declaraciones de sus referentes parecen haber despejado algunas incertidumbres, reflejadas en la reacción positiva de los mercados mundiales. Los bonos de empresas argentinas en la Bolsa de Nueva York han mostrado un incremento, con casos notables como la petrolera YPF que ha superado el setenta por ciento. Asimismo, el riesgo país ha disminuido notablemente y el dólar parece haber encontrado cierta estabilidad. Sin embargo, persiste la incertidumbre ante el paquete de leyes que se espera sea presentado el mismo día de la asunción, convocando a sesiones extraordinarias del legislativo.

Este paquete de leyes, que incluye la reforma del estado y la eliminación de dos mil leyes restrictivas, junto con una reforma política y laboral, plantea un escenario de reformas estructurales sin precedentes en la historia reciente del país. Anteriores promesas políticas no se concretaron por temor a perder apoyo popular, pero Milei se arriesga a llevar a cabo reformas que son imprescindibles . El éxito o fracaso de estas reformas podría definir el capital político del presidente electo.

Estas modificaciones, extraídas de un documento de más de quinientas páginas, impactarán significativamente en el funcionamiento estructural del país, no solo a nivel económico, sino también social y cultural. El enfoque será evitar que el estado gaste dinero que no posee, buscando superar el déficit y fomentar la generación de riqueza en lugar de dilapidarla. Se espera que el estado reduzca su función reguladora, aunque manteniendo su presencia en áreas fundamentales como la asistencia social, salud y niñez.

Se planea una revisión de reformas futuras que fomenten el empleo, eliminando obstáculos e impuestos que impactan en las PYMES y restringen la inversión, pero garantizar los derechos laborales adquiridos, anteriores a la reforma. Además, se contempla una reestructuración en el control de la calle y las respuestas a la violencia social.

La renegociación con el FMI, la atracción de capitales, la resolución de la deuda generada por las Leliqs y un programa de reformas sostenido en el tiempo pretenden posicionar a Argentina como un país confiable y atractivo para los inversores extranjeros. La ambición es generar empleos de calidad y sueldos dignos, revirtiendo las restricciones a la importación y la presión impositiva.

Con previsiones optimistas sobre la cosecha, el suministro energético y el mercado de commodities, se vislumbra un nuevo rumbo para Argentina. Se espera que estas reformas no dejen a nadie fuera del sistema y que cada argentino recupere su dignidad y oportunidades para alcanzar su potencial, contribuyendo a un futuro próspero y digno en su propia tierra.

Osvaldo González Iglesias – Editor – Escritor