El papa Francisco se pronunció este sábado en el marco del tercer encuentro de iglesias del Mediterráneo que se celebra en la ciudad francesa de Marsella. En la sesión final del evento, en la que participaron el presidente Emmanuel Macron y un grupo de obispos regionales, el sumo pontífice instó a Europa a que vea la migración como una realidad a largo plazo y no como una emergencia.
“El fenómeno migratorio no es tanto una emergencia temporal, siempre buena para difundir propaganda alarmista, sino un hecho de nuestro tiempo, un proceso que involucra a tres continentes alrededor del Mediterráneo y que debe ser gobernado con sabia clarividencia: con una responsabilidad europea capaz de afrontar las dificultades objetivas”, afirmó.
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Francisco reprochó, además, la decisión de algunos líderes del continente que han tratado de cerrar sus puertos a los inmigrantes por supuestos temores a una “invasión” y recordó que Marsella es una gran ciudad portuaria abierta al mar con una historia de inmigración y emigración. “Quienes arriesgan su vida en el mar no invaden, buscan hospitalidad, buscan vida”, subrayó. “La solución no es rechazar, sino garantizar, en la medida de las posibilidades de cada uno, un amplio número de entradas legales y regulares, sostenibles gracias a una acogida justa por parte del continente europeo, en el marco de la cooperación con los países de origen”, agregó.
La visita del papa a Marsella tiene lugar en un momento en el que el Gobierno francés ha reforzado las patrullas en su frontera sur para impedir el cruce de migrantes desde Italia. Mientras tanto, en el vecino país la extrema derecha gobernante ha intensificado las repatriaciones y amenaza con un bloqueo naval para frenar la salida de migrantes desde el norte de África y hacia el territorio europeo, señala AP.