Fosa comun, la impactante foto que muestra la desesperación de los ucranianos

Bajo el constante bombardeo ruso, los trabajadores de la sitiada ciudad portuaria de Mariupol, en el sur de Ucrania, están enterrando apresuradamente y sin ceremonias a decenas de civiles y soldados ucranianos muertos en una fosa común.

Con las morgues desbordadas y más cadáveres sin recoger en los hogares, los funcionarios de la ciudad decidieron que no podían esperar para realizar entierros individuales.

Una zanja profunda de unos 25 metros de largo excavada en un antiguo cementerio en el corazón de la ciudad se está llenando de cuerpos recogidos por trabajadores del servicio social municipal de morgues y casas particulares, según atestiguaron periodistas de AP en el lugar.

Algunos se traen envueltos en alfombras o bolsas de plástico. Cuarenta llegaron el martes, otros 30 en lo que va del miércoles. Incluyen víctimas civiles de bombardeos en la ciudad y soldados, así como civiles que murieron por enfermedades o causas naturales.

Otros trabajadores de la ciudad también llevaron cuerpos, por lo que el número de enterrados aumenta rápidamente y el total en la tumba larga ahora no está claro.

Los trabajadores rápidamente hacen la señal de la cruz después de empujar los cuerpos a la fosa común. No hay miembros de la familia u otros dolientes presentes para despedirse.

Los reporteros de AP describieron que el trabajo se lleva a cabo de manera eficiente y sin ceremonias, como resultado del peligro siempre presente. Los proyectiles cayeron en el cementerio mismo el martes, interrumpiendo los entierros y dañando una pared.Las tropas de Putin perpetran intensos ataques contra la ciudad de MariupolLas tropas de Putin perpetran intensos ataques contra la ciudad de Mariupol

La ciudad planeaba cerrar esta tumba el jueves, si los bombardeos se detenían lo suficiente como para permitir que los trabajadores lo hagan.

A las puertas del cementerio, una mujer preguntó si su madre está entre los enterrados en la zanja. Ella dijo que había dejado su cuerpo tres días antes fuera de la morgue, con una etiqueta de papel que decía su nombre. Su madre fue enterrada allí, dijeron los trabajadores a la mujer, quien se negó a dar su nombre.

La población de Mariúpol no tiene electricidad, ni agua, ni comida, ni siquiera para los niños; y la gente está enfermando por el intenso frío, ha descrito Sasha Volkov, jefe de la oficina de la Cruz Roja en esta ciudad asediada por las tropas rusas, en una conversación telefónica con sus colegas del Comité Internacional de la organización (CICR).

“La gente ha encontrado maneras de recoger agua. El ayuntamiento distribuye botellas de agua en algunos puntos, pero no es suficiente para cubrir (las necesidades). Muchos no tienen nada de agua para tomar”, relata en la conversación que fue posible a través de un teléfono satelital perteneciente a la dependencia del CICR y cuyo audio ha sido difundido por Cruz Roja.

Volkov cuenta que “todas las farmacias y tiendas fueron saqueadas hace cuatro o cinco días. Algunas personas tienen comida, pero no estoy seguro cuanto va a durar. Muchos dicen que no tienen comida para los niños”.Una mujer embarazada herida baja las escaleras de un hospital de maternidad dañado por proyectiles en Mariúpol, Ucrania (AP Foto/Evgeniy Maloletka)Una mujer embarazada herida baja las escaleras de un hospital de maternidad dañado por proyectiles en Mariúpol, Ucrania (AP Foto/Evgeniy Maloletka)

“Estamos empezando a caer enfermos, varios de nosotros, por la humedad y el frío. Intentamos mantener una higiene mínima, pero no siempre es posible”, se oye en el audio difundido por la CICR desde su sede en Ginebra.

Mariupol ha sido una de las ciudades más atacadas en las dos semanas desde que Rusia empezó la invasión de Ucrania y este miércoles se reportó un bombardeo ruso sobre una maternidad.

Los intentos para que los civiles salgan de la ciudad a través de un corredor humanitario han fracasado por ataques de fuerzas rusas que violaron el cese el fuego temporal que es indispensable para estas operaciones.

El delegado del CICR afirma también que “la gente ha empezado a atacarse entre ellos por comida y algunos han arruinado el coche de otros para sacar la gasolina”.

En la oficina de la Cruz Roja Internacional en Mariupol, el responsable ha destinado el sótano únicamente para niños pequeños y sus madres, mientras que los niños mayores de doce años y el resto de adultos duermen en las oficinas, donde el frío es muy fuerte pero no hay manera de calentarse.Los cadáveres son preparados antes de ser enterrados en una fosa común en las afueras de Mariupol (AP Photo/Evgeniy Maloletka)Los cadáveres son preparados antes de ser enterrados en una fosa común en las afueras de Mariupol (AP Photo/Evgeniy Maloletka)

“Nos queda algo de combustible, con lo que hacemos funcionar los generadores para tener electricidad tres o cuatro horas al día. Intentamos dar electricidad a la gente de la calle para que carguen sus teléfonos, que usan como linternas”, explica.

En las instalaciones de la organización internacional hay actualmente unas 65 personas, además de personas que vivían en el mismo edificio y que también han sido acogidos.

Se trata de un lugar que, en teoría, las partes del conflicto no pueden atacar, en cumplimiento de las Convenciones de Ginebra, que establece las reglas mínimas en tiempos de guerra y la protección del personal humanitario.

Volkov dice también que han encontrado “una especie de mercado negro de verduras que está funcionando”. El resto de comida que tienen proviene de las casas de la gente refugiada allí, pero también de las casas de varios colaboradores que fueron alcanzadas por los bombardeos, a las que éstos retornaron para intentar recuperar la comida que podía haber en el interior.

“Compramos leña, que es muy valiosa, porque la necesitamos para cocinar. Cuando el agua se acabe, vamos a hervir agua del arroyo, así que estamos mejor con respecto a otros”, sostiene.

Con información de AP y EFE

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