Desplome de la liquidación del campo en junio: el peor registro desde 2003

La liquidación de divisas del agro en junio se ha desplomado a tan solo u$s730 millones, acumulando un total de aproximadamente u$s1.000 millones en el mes. Este sería el peor registro desde 2003, afectado por dos factores principales. En primer lugar, la sequía ha reducido la cosecha de soja en un 50%, disminuyendo la disponibilidad de granos para exportar y moler, lo que se traduce en una menor entrada de dólares a la economía. En segundo lugar, la brecha entre el tipo de cambio oficial y los paralelos también ha influido negativamente, desalentando las ventas por parte de los productores.

Además, a pesar del lanzamiento del dólar soja, las estadísticas oficiales indican que aún quedan más de 10 millones de toneladas de soja en manos de los productores, quienes la guardan como refugio de valor debido a la incertidumbre generada por las próximas elecciones presidenciales y la situación económica local. Sin embargo, aquellos productores que están guardando la soja son los que cuentan con respaldo financiero y esperan incentivos concretos del gobierno para vender, mientras que los pequeños y medianos agricultores han sido los más perjudicados por la sequía.

Por otro lado, la caída de las exportaciones en toneladas y los precios internacionales a la baja también están impactando en las exportaciones nacionales del sector agro, que cerrarían el año con una disminución del 42% en comparación con 2022, según la Bolsa de Comercio de Rosario. Se estima que las exportaciones del agro sumarán alrededor de u$s24.200 millones en 2023, frente a los u$s41.600 millones del año pasado, mientras que las exportaciones del resto de la economía ascenderían a u$s45.000 millones, en comparación con los u$s46.800 millones de 2022. Estos datos preliminares indican que las exportaciones argentinas en 2023 caerían al menos un 21,6% en comparación con el año anterior.

La falta de disponibilidad de divisas frescas ya está teniendo un impacto en la macroeconomía y se espera que esta situación se prolongue hasta la próxima cosecha de trigo en diciembre. Aunque la siembra de trigo avanza positivamente y se proyecta una producción de 16 millones de toneladas, lo que generaría ingresos por exportaciones superiores a los u$s2.300 millones, estos dólares no llegarán hasta finales del año, es decir, durante el mandato del próximo gobierno.

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