Debate y Convergencia

Tensión política y violencia marcan la campaña electoral

Mientras oficialismo y oposición se preparan para las elecciones nacionales, la provincia de Jujuy, gobernada por Gerardo Morales, vive un clima de tensión política que afecta la campaña electoral de Juntos por el Cambio. Por un lado, Morales es un destacado precandidato presidencial y potencial candidato a vicepresidente dentro de la alianza opositora. Por otro lado, los incidentes violentos durante las protestas contra la reforma constitucional en Jujuy refuerzan el discurso electoral de Juntos por el Cambio sobre la posible conflictividad en un nuevo ciclo político.

A pesar de que Morales dio marcha atrás en dos cambios propuestos para la constitución provincial, cientos de personas lanzaron piedras contra la Legislatura y un grupo logró ingresar por la fuerza, mientras se producían enfrentamientos violentos con la policía y se dañaban vehículos en los alrededores.

Estos incidentes generan una crisis política para un referente nacional de Juntos por el Cambio, pero también brindan a la coalición una justificación para su advertencia de que, en caso de ganar las elecciones presidenciales, podría haber nuevamente episodios de violencia como los ocurridos en 2017 durante la gestión de Mauricio Macri, cuando se llevó a cabo la reforma previsional.

La situación pone en duda el papel que desempeñará Morales en la campaña nacional, ya que su provincia enfrenta conflictos en medio del cierre de listas. No obstante, Morales se presenta como un ejemplo de “resistencia” a la “violencia política del kirchnerismo” y respalda las advertencias de Juntos por el Cambio sobre posibles medidas de ajuste económico impopulares en caso de volver al gobierno.

Los principales referentes de Juntos por el Cambio, como Larreta y Bullrich, respaldaron a Morales y señalaron al kirchnerismo como responsable de los incidentes en Jujuy. La coalición opositora nacionaliza el conflicto y enfatiza la necesidad de mantener la firmeza frente a la violencia.

Por su parte, Cristina Kirchner, líder del espacio político kirchnerista, respondió a las acusaciones de Juntos por el Cambio y señaló que la represión durante las protestas no fue llevada a cabo por su agrupación ni por el gobierno. Asimismo, citó un comunicado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que insta a Argentina a respetar los estándares de uso de la fuerza en las protestas en Jujuy.

Estos incidentes en Jujuy y la consecuente respuesta política nacional han reforzado el discurso de Juntos por el Cambio sobre la posible conflictividad que podría enfrentar un futuro gobierno de esta coalición.

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