Poco después del inicio de la campaña electoral del SPD en Alemania, el canciller y candidato Olaf Scholz viajó inesperadamente a Kiev. También anunció que entregaría a Ucrania armamento por valor de 650 millones antes de finales de diciembre.
Han pasado dos años y medio desde la última visita del canciller alemán Olaf Scholz, que viajó a Kiev inesperadamente este lunes. A su llegada a la capital ucraniana, declaró que Alemania “seguirá siendo el más firme defensor de Ucrania en Europa”.
Se trata de una visita solidaria, pero parece que a las palabras seguirán los hechos. Según Scholz, Alemania entregará a Ucrania armamento por valor de 650millones antes de finales de año.
El canciller alemán Olaf Scholz enfrenta fuertes críticas tanto dentro como fuera de Alemania por su enfoque sobre el conflicto en Ucrania. Sus decisiones y declaraciones recientes han generado debate, especialmente en un momento crucial para el futuro de la guerra y de su propia carrera política.
¿Un cheque en blanco para Rusia?
El embajador ucraniano en Alemania, Oleksiy Makeev, calificó la negativa de Scholz a enviar armas a Ucrania como un “cheque en blanco para los rusos”. Esta postura ha sido interpretada por algunos como una falta de compromiso con la defensa de Ucrania frente a la invasión rusa.
La controversia aumentó en noviembre, cuando Scholz sostuvo una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladímir Putin. Este diálogo fue criticado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien afirmó que había abierto una “caja de Pandora” que podría socavar los esfuerzos internacionales para aislar a Rusia.
Un momento decisivo para Scholz
La visita de Scholz a Ucrania llega en un punto crítico: por un lado, Alemania inicia la campaña electoral de su partido socialdemócrata (SPD); por otro, Ucrania enfrenta una renovada presión en el frente de batalla mientras el conflicto entra en su tercer año.
Durante el primer acto de campaña en Berlín, Scholz defendió su decisión de priorizar el conflicto en su agenda política. “Cuando hablo de esto, se me acusa de instrumentalizar la guerra”, señaló el canciller, en respuesta a las críticas del líder opositor Friedrich Merz, de la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Merz, por su parte, acusó a Scholz de “jugar con el miedo de la población” en beneficio de su campaña electoral.
¿Qué está sucediendo en el frente? Soldados desertores
Mientras tanto, la situación en Ucrania sigue siendo alarmante. Los recientes ataques aéreos rusos han causado daños significativos en infraestructuras clave, y las Fuerzas ucranianas enfrentan una creciente presión en la línea del frente y bajas de soldados detractores agotados física y psicológicamente.
Un informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en Washington, señaló avances rusos en zonas estratégicas como Kupiansk, Toretsk, Pokrovsk y Velyka Novosilka, un punto clave para la logística militar de Ucrania.
El factor Trump: ¿Qué pasará cuando llegue a la Casa Blanca?
La reelección de Donald Trump en Estados Unidos añade incertidumbre al conflicto. Trump ha prometido retirar la ayuda militar a Ucrania y ha asegurado que pondría fin al conflicto, aunque no ha detallado cómo lo haría.
Zelenski, por su parte, ha reiterado que una oferta de adhesión a la OTAN para los territorios bajo control de Kiev sería la clave para finalizar la “fase caliente de la guerra”. Sin embargo, esta propuesta contrasta con las demandas de Putin, quien exige que cualquier acuerdo reconozca los territorios ocupados por Rusia y garantice que Ucrania renuncie a unirse a la OTAN.
¿Qué significa esto para Europa y el mundo?
La postura de Scholz refleja las divisiones en Europa sobre cómo manejar el conflicto en Ucrania. Mientras algunos países exigen un apoyo militar más contundente, otros temen las implicaciones de una escalada directa con Rusia.
El futuro de Ucrania, y posiblemente de la estabilidad en Europa, podría depender de las decisiones que Scholz, Trump y otros líderes internacionales tomen en los próximos meses.
Fuente: DW