En medio de gravísimos incidentes, manifestantes intentaron este martes prender fuego la Legislatura de Jujuy, mientras el gobierno de Gerardo Morales avanzó con la modificación de artículos de la nueva Constitución provincial.
La Asamblea Constituyente de Jujuy tenía previsto jurar este martes por la tarde la reforma parcial de la Carta Magna provincial. Sin embargo, en las afueras del edificio legislativo se registraron piedrazos, balas de goma y gases lacrimógenos. Los manifestantes tiraron las vallas que protegían el lugar y hubo enfrentamientos cuerpo a cuerpo con la Policía.
El mandatario provincial, Gerardo Morales, responsabilizó al presidente Alberto Fernández y a la vice Cristina Kirchner por la “extrema violencia” que se registra en Jujuy. Tanto el Presidente como la vice le respondieron a través de sus redes sociales y afirmaron que él es el responsable de la situación.
Los incidentes comenzaron pasado el mediodía, mientras los legisladores se encontraban sesionando, presididos por Morales, y un grupo de personas encapuchadas vandalizó el edificio público, intentó ingresar por unas ventanas y provocó un incendio dentro de las oficinas legislativas. Además, dieron vuelta dos vehículos, prendieron fuego otro auto y continuaron con una incesante lluvia de piedras contra los efectivos de seguridad.
Los enfrentamientos con la Policía fueron intensos, y hubo al menos 58 detenidos y 70 heridos, incluyendo 42 policías. La violencia generó repudio por parte de diversos referentes políticos, entre ellos, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, quien brindó su apoyo a Morales.
La reforma parcial de la Constitución provincial fue finalmente aprobada por los convencionales constituyentes, con cambios en los artículos relacionados con los derechos de los pueblos originarios. Sin embargo, los cortes de ruta provinciales y nacionales continuaban en más de 20 puntos del territorio jujeño, donde persistían las protestas de diferentes grupos y organizaciones sociales.
La situación en Jujuy genera preocupación y tensiones políticas, mientras el gobierno provincial busca mantener el orden y la paz social ante los reclamos y manifestaciones en contra de la reforma constitucional.