La reciente baja del dólar, desconcertante para expertos y ahorristas, plantea incertidumbres sobre su sostenibilidad en el corto plazo. La atención se centra en los vencimientos de plazos fijos UVA, que, a partir de la próxima semana, podrían influir en la demanda de la divisa y revertir la tendencia a la baja. Estos instrumentos financieros, que experimentaron un aumento significativo en diciembre, podrían redireccionar fondos hacia el dólar, ofreciendo una ganancia atractiva en medio de la incertidumbre económica.
Los plazos fijos UVA han alcanzado un volumen total de $417.000 millones, generando especulaciones sobre el destino de esos fondos en marzo. Ante la previsible ganancia en dólares derivada de la inflación, algunos ahorristas podrían optar por el billete verde. Con un escenario donde un plazo fijo de $1.000.000 podría traducirse en una ganancia superior a los USD 800, el Banco Central ha respondido prolongando el plazo mínimo de colocación a seis meses.
A pesar de este potencial impulso al dólar, se espera que la coincidencia de los vencimientos con la temporada alta de ingreso de divisas mitigue cualquier presión en el mercado cambiario. Además, la posibilidad de que los fondos se redirijan hacia plazos fijos tradicionales y la baja de la inflación esperada para los meses siguientes podrían contrarrestar el impacto en la demanda de dólares. Sin embargo, el escenario sigue siendo dinámico, dependiendo de las decisiones del Banco Central y la evolución económica en los próximos meses.
