Si bien más de 100 personas lograron ser rescatadas, se estima que en la embarcación que se hundió viajaban más de 700 personas, incluyendo decenas de niños. Hasta el momento, solo se han recuperado 78 cuerpos de la extensa zona del Mar Mediterráneo, al sur de Grecia. La Cruz Roja ha calificado este hecho como sin precedentes.
Bajo el lema “No son accidentes, son asesinatos”, las redes sociales se llenan de reclamos en relación a esta tragedia. Aquellas personas que abordaron el barco pesquero sin ninguna medida de seguridad buscaban llegar a un lugar mejor para vivir.
Algunos medios indican que en la embarcación naufragada viajaban al menos 400 personas. Sin embargo, el portavoz del Gobierno, Ilias Siakantaris, informó que han recibido información -aún no verificada- de que el barco transportaba hasta 750 personas. Se teme que cientos de ellos estén atrapados bajo cubierta, y ya se considera esta tragedia como el peor desastre registrado en aguas griegas.
Frente a esta situación desgarradora, barcos y helicópteros se encuentran rastreando la vasta zona en busca de sobrevivientes. En las operaciones de rescate participan diez embarcaciones, una fragata de la Armada, un helicóptero y un dron de Frontex, la agencia de fronteras de la Unión Europea.
Los cuerpos recuperados están siendo transportados en camiones refrigerantes hacia la zona de Atenas, la capital griega, para su identificación. La Guardia Costera redujo la cifra de muertos de 79 a 78 después de un recuento nocturno. El viaje partía de Libia, en el norte de África, con destino a Italia, cargado de migrantes en busca de una nueva vida en Europa.
En medio de la conmoción causada por uno de los peores naufragios de los últimos años, la Corte Suprema de Grecia ha ordenado abrir una investigación judicial para determinar las causas de esta tragedia y ha decretado tres días de luto nacional.
Los sobrevivientes están actualmente ubicados en un gran almacén en la ciudad portuaria sureña de Kalamata, donde serán identificados e interrogados por las autoridades griegas, quienes buscan identificar a posibles traficantes de personas.
Stella Nanou, representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), visitó a los sobrevivientes y describió su situación como desesperante: “Es realmente espantoso. Están en una situación psicológica muy difícil”, comentó a la agencia de noticias AFP. “Quieren ponerse en contacto con sus familiares para decirles que están bien y preguntan todo el tiempo por los desaparecidos. Han perdido a muchos amigos y familiares”, añadió. “Podría tratarse de la peor tragedia marítima de los últimos años en Grecia”, afirmó.