El miércoles pasado, Ucrania destacó en los medios internacionales sus continuos ataques contra buques rusos en el Mar Negro, buscando desviar la atención de una tragedia significativa que afectó a una parte importante de su ejército.
Aunque aún no hay datos oficiales sobre víctimas, según informes de Sputnik News, Rossiya Segodnya y la editora en jefe de Russia Today (RT), Margarita Simonyan, el nuevo comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, el general Alexandr Syrskii, habría ordenado ocultar un devastador ataque ruso contra el polígono militar de Selidovo, ubicado a unos 35 km al oeste de Donetsk, donde se concentraban importantes fuerzas de reserva de Kiev.
En su canal de Telegram, Simonyan escribió: “Escriben desde Ucrania que Syrskiy ha prohibido cualquier información sobre las bajas en Selidovo, que nuestro ataque ha afectado gravemente”.
El informe señala que misiles balísticos de corto alcance tipo “Iskander”, equipados con ojivas de municiones en racimo y 54 ojivas de fragmentación de alto explosivo, habrían causado la muerte de aproximadamente 1.500 efectivos. Estos misiles son capaces de disparar a una altura de unos 10 metros sobre el suelo y alcanzar a la infantería incluso en trincheras profundas debido a la dirección de los fragmentos.
Alexander Kots, corresponsal de guerra, también confirmó esta información a través de la misma red social, añadiendo que un solo cohete de este tipo puede cubrir aproximadamente 15.000 metros cuadrados, equivalente a dos campos de fútbol. Según los informes locales, la destrucción fue total, siendo poco probable que haya sobrevivientes entre los 1.500 efectivos.
