Trump reactivará Guantánamo para detener a inmigrantes deportados considerados peligrosos

El presidente Donald Trump anunció este miércoles (29/01) que utilizará el centro de detención de Guantánamo para albergar a inmigrantes irregulares deportados que sean considerados los más peligrosos.

El Pentágono y el Departamento de Seguridad Nacional tendrán que acondicionar la prisión de alta seguridad en la base naval de Guantánamo, ubicada en el sureste de Cuba, para alojar hasta 30.000 inmigrantes.

“Tenemos 30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores criminales extranjeros ilegales que amenazan al pueblo estadounidense”, afirmó Trump durante un evento para firmar la Ley Laken Riley. Esta nueva legislación endurece las normas migratorias del país y permite la deportación de inmigrantes acusados de delitos violentos, robo o hurto, sin necesidad de que haya una sentencia firme, según informó The Hill.

La polémica reactivación de Guantánamo

Desde su apertura en 2002, Guantánamo ha sido utilizada principalmente para detener a sospechosos de terrorismo, incluidos varios involucrados en los ataques del 11 de septiembre. Sin embargo, Trump planea ampliar su función para incluir a inmigrantes considerados una amenaza.

“Algunos de ellos son tan malos que ni siquiera confiamos en que sus países los retengan. No queremos que regresen, así que los vamos a enviar a Guantánamo. Esto duplicará nuestra capacidad de inmediato”, argumentó el republicano.

Actualmente, solo 15 reclusos permanecen en Guantánamo. La mayoría están detenidos sin cargos y sin juicio, mientras que otros han sido procesados por comisiones militares con posibilidad de enfrentar la pena de muerte. De acuerdo con Amnistía Internacional, la prisión ha sido un símbolo de abusos y torturas durante décadas.

Expansión de la prisión y denuncias de abuso

La cifra anunciada por Trump sugiere una remodelación y expansión del centro de detención. Actualmente, Guantánamo también es utilizada para retener a algunos migrantes interceptados en el mar. Entre 2020 y 2023, solo 37 inmigrantes fueron detenidos en la base, según The New York Times.

Sin embargo, informes internos del gobierno han denunciado condiciones infrahumanas en el campamento: infestación de ratas, inodoros desbordados y reclusos con los ojos vendados al ser trasladados, según reveló The Daily Beast.

Históricamente, Guantánamo ha operado al margen de las leyes migratorias estadounidenses. Los detenidos no tienen acceso garantizado a abogados ni a sus familias, y las normativas internacionales de derechos humanos, como la Convención de Ginebra, han sido ignoradas en el pasado.

En 2011, documentos filtrados por Wikileaks revelaron que muchos prisioneros fueron arrestados sin pruebas concretas, retenidos por su “valor de inteligencia” más que por representar una amenaza real. Además, un informe del Senado de EE.UU. en 2014 expuso el uso de técnicas de interrogación brutales, incluyendo waterboarding, privación del sueño y humillaciones extremas.

Un giro radical en la política migratoria

La reactivación de Guantánamo forma parte de la estrategia de Trump para endurecer las políticas migratorias y reforzar las deportaciones masivas. En un contexto donde las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) continúan aumentando, la medida refuerza el mensaje de mano dura contra la inmigración ilegal.

El anuncio de Trump genera fuertes cuestionamientos sobre el respeto a los derechos humanos y el debido proceso para los inmigrantes detenidos. A medida que la administración avanza con esta política, se espera una reacción tanto a nivel nacional como internacional por parte de organizaciones de derechos humanos y gobiernos extranjeros.

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