Trump nombra a Elon Musk al frente del “Ministerio de Eficiencia del Gobierno” (pero de mentirijilla)

En un movimiento que parece más un truco de relaciones públicas que una verdadera reforma, Donald Trump ha nombrado a Elon Musk como jefe de un nuevo “Departamento de Eficiencia del Gobierno”, aunque sin las obligaciones legales que conllevaría un cargo ministerial real. Bajo este título, Musk se dedicará a “asesorar desde fuera del Gobierno” en temas como la reducción de la burocracia y los recortes presupuestarios, evitando así tener que someterse a un escrutinio del FBI y abandonar sus múltiples negocios.

Musk, entusiasta con su nuevo papel, promete recortes de 2 billones de dólares y afirma que su objetivo es desmantelar regulaciones y reducir el derroche estatal. A su lado estará Vivek Ramaswamy, empresario conocido como el “Trump indio”, quien ha sugerido despedir al 75% de los empleados públicos.

Sin embargo, el verdadero alcance de este “departamento” es cuestionable: no tendrá poderes reales, solo hará recomendaciones que Trump podrá ignorar o adoptar según su conveniencia. Las promesas de austeridad del presidente electo, tras un primer mandato que disparó el déficit, generan escepticismo.

Las siglas del nuevo departamento, “DOGE”, parecen un guiño a la criptomoneda favorita de Musk, sumando al espectáculo mediático.

Una amistad en la cuerda floja

Por ahora, la relación entre Trump y Musk está en su mejor momento, con el magnate de Tesla y SpaceX usando su plataforma X (antes Twitter) para impulsar la campaña del presidente electo. Sin embargo, las historias de alianzas fallidas en la órbita de Trump sugieren que este romance podría ser efímero, sobre todo si los rumores de que Trump podría ser la “marioneta” de un hombre aún más rico hieren su orgullo.

Aun así, Musk sabe que hay mucho en juego: aranceles para proteger a Tesla de la competencia china, contratos públicos para SpaceX y Starlink, y un guiño para mantener a X al margen de las regulaciones europeas sobre desinformación. En este momento, sus intereses se alinean con los de Trump, pero con dos egos tan enormes y volátiles, el desenlace es impredecible.

Por ahora, ambos disfrutan del show. Pero, ¿cuánto tiempo durará antes de que esta alianza termine en el próximo capítulo explosivo?

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