El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desestimó este jueves la fuerte caída de los mercados financieros tras el anuncio de su nueva política arancelaria, asegurando que el país atraviesa un proceso de transformación económica necesaria. “Creo que va todo muy bien”, afirmó Trump ante la prensa, minutos antes de abordar el avión presidencial rumbo a su club de golf en Doral, Florida.
La jornada marcó la peor caída de Wall Street desde la crisis del COVID-19. El Dow Jones Industrial Average perdió más de 1.600 puntos, arrastrando al S&P 500 y al Nasdaq, luego de que Trump oficializara la aplicación de un arancel mínimo del 10 % a todas las importaciones, con tasas superiores para productos de China, la Unión Europea y otros socios comerciales. Los mercados interpretaron la medida como el inicio de un conflicto comercial global de gran magnitud.
Trump compara la situación con una “operación quirúrgica”
Lejos de mostrarse preocupado, el mandatario comparó la volatilidad financiera con una intervención médica. “Es como cuando un paciente es operado. Dije que esto sería exactamente así”, declaró, insistiendo en que no se trata de una crisis, sino de una corrección necesaria para equilibrar el comercio internacional.
“El mercado va a explotar, las acciones van a explotar y el país va a explotar”, añadió con su característico optimismo, asegurando que “trillones de dólares” están ingresando a Estados Unidos debido a la relocalización de empresas que buscan evitar los aranceles.
En declaraciones posteriores a bordo del Air Force One, Trump reconoció que los aranceles también cumplen un propósito estratégico. Dijo estar dispuesto a negociar acuerdos comerciales bilaterales con aquellos países que tengan algo “fenomenal” que ofrecer a cambio.
“El resto del mundo quiere saber si hay alguna manera de llegar a un acuerdo”, sostuvo. “Durante muchos años hemos estado del lado equivocado del balón, y ahora estamos tomando el control”.
Mercados en pánico y advertencias económicas
Las palabras del presidente contrastaron con la realidad financiera global. Las bolsas de Nueva York, Europa y Asia se desplomaron en respuesta al anuncio, con un incremento en la volatilidad ante el temor de una nueva fase de proteccionismo global.
Analistas advierten que el paquete arancelario podría reducir el crecimiento económico de Estados Unidos hasta en dos puntos porcentuales este año, además de provocar un aumento en los precios al consumidor, lo que podría desembocar en un escenario de estanflación (bajo crecimiento con inflación alta).
A pesar de estas señales, la Casa Blanca insiste en que los beneficios a largo plazo compensarán el impacto inmediato. Mientras tanto, Trump se prepara para participar este fin de semana en un torneo de golf respaldado por fondos saudíes en su club de Doral, dejando que los mercados sigan ajustándose a su estrategia comercial.
Por ahora, el mandatario mantiene su postura inquebrantable: presionar con aranceles, resistir la reacción de los mercados y redibujar el comercio global bajo sus propios términos.